El Banco de España ha elaborado un informe sobre el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, dotado con en torno a 70.000 millones de euros procedentes de los fondos europeos (Next Generation EU), en el que ha concluido que el aporte al crecimiento económico de este conjunto de medidas puede acercarse a los dos puntos. Concretamente, la autoridad monetaria señala que puede tener un impacto directo sobre el nivel del PIB del 1,15% en promedio anual en un horizonte de cinco años, que podría elevarse al 1,75% al tener en cuenta los "efectos de arrastre" entre sectores.

Además, señala que esto supondría una interacción "especialmente relevante" resultante de las ganancias en productividad de aquellos sectores receptores directos de fondos que, al ser proveedores de insumos intermedios y de bienes de capital, redundaría en ganancias para sus sectores clientes. No obstante, no estima que los efectos positivos afecten de manera generalizada a todas las actividades económicas. Los vinculados al proceso de digitalización (información y comunicación o servicios profesionales y técnicos), así como el sector de la Construcción, debido a las inversiones en infraestructuras relacionadas con el proceso de transición ecológica, son los principales beneficiados según el Banco de España.

En cuanto al efecto directo, solo unos pocos sectores se ven beneficiados de forma "significativa" por el impulso de los fondos del plan de recuperación, entre los que sobresalen los servicios de información, profesionales y educativos, dado el foco del plan en la transformación digital y en modernización de la economía, así como el sector de la construcción, del que reitera su papel clave en algunos componentes del plan de recuperación, como todo lo relacionado con la rehabilitación energética de edificios y viviendas. Sin embargo, al tener en cuenta los efectos indirectos, el organismo sí considera que el crecimiento se producirá "significativamente" en la mayoría de sectores.

Preocupación por la mano de obra

El apunte negativo que aporta el banco presidido por Pablo Hernández de Cos se refiere a los perfiles profesionales. Así, advierte de posibles “rigideces” en los mercados de productos y de trabajo que podrían limitar la necesaria reasignación de recursos entre empresas y sectores y, por tanto, "aminorar de forma significativa el impacto agregado". El cálculo aproximado apunta que la escasez de trabajadores cualificados en determinados sectores podría reducir en aproximadamente un 25% el impacto estimado, desde el 1,75% hasta el 1,3% del PIB en promedio anual.

Por último, el Banco de España se cubre las espaldas para evitar errar en su pronóstico y afirma que las cifras presentadas en su artículo no permiten cuantificar el impacto de las reformas estructurales contempladas en el Plan de Recuperación, pero indica que su papel es "fundamental" dada la condicionalidad de los desembolsos de los fondos al cumplimiento de esta agenda de reformas e hitos establecidos. "Dicha cuantificación representa una línea de trabajo prioritaria para el Banco de España", subraya.