La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha estado este jueves en la Comisión Mixta para la Unión Europea, donde se ha mostrado claramente satisfecha. La ministra ha afirmado con firmeza que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española ya está dejando ver su impacto en el tejido productivo y que ha sido un factor clave en el dinamismo de la actividad, el empleo y la inversión en España, pese al complicado contexto internacional. “Es que nos jugamos mucho, es una oportunidad extraordinaria la de los fondos europeos”, ha asegurado, justo después de comentar que el Plan de Recuperación ya ha alcanzado una “velocidad de crucero”.

De igual forma, la vicepresidenta primera ha defendido que el diálogo con las comunidades autónomas en la gestión de los fondos europeos es constante y también ha calificado a la relación con las mismas de “activa”. Calviño se ha sacudido las críticas de distintos grupos parlamentarios por la supuesta falta de comunicación y transparencia con los gobiernos regionales, indicando que todas las convocatorias sujetas a los fondos europeos han sido publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE), así como en los boletines oficiales de autonomía.

Una adenda con protagonismo de las CCAA

En las próximas semanas, se enviará a la Comisión Europea la adenda del programa de recuperación, que incluye inversiones y reformas adicionales para la movilización del total de las transferencias y préstamos asignados a España de los fondos Next Generation EU para el periodo 2020-2026. Concretamente, se movilizarán 7.700 millones de euros de transferencias adicionales de los fondos europeos y casi 84.000 millones de préstamos concedidos a España. Así, nuestro país podrá reforzar los proyectos estratégicos con más de 26.300 millones de recursos públicos adicionales, provenientes de las transferencias y de los préstamos asociados a la adenda.

Según ha explicado la vicepresidenta primera, los préstamos se canalizarán a través de financiación mediante doce fondos, de los cuales ocho son nuevos, destinados al tejido productivo y proyectos regionales. Estos fondos se recibirán a medida que se ejecuten los hitos y objetivos asociados. Calviño ha puesto de relieve este nuevo conjunto de fondos destinados a canalizar los préstamos europeos, que tienen el objeto de crear una red de seguridad y de “estabilidad” en los próximos años. Según la ministra, el objetivo es que España se asegure acceder a unas condiciones de financiación europeas en las “mejores condiciones”.

A colación de la gestión con las distintas comunidades, uno de los fondos con más protagonismo en la adenda al Plan de Recuperación es precisamente el Fondo para comunidades autónomas, ya que cuenta con una dotación de hasta 20.000 millones de euros. A través de este mecanismo, las regiones dispondrán de financiación en condiciones preferentes para, a su vez, otorgar financiación reembolsable al sector privado y financiar inversiones públicas en ámbitos elegibles, de carácter sostenible.

Tal y como ha explicado Calviño, este fondo se ha calculado teniendo en cuenta la información que han proporcionado los propios territorios, que incluso “se han excedido mucho”, con respecto a sus necesidades de inversión.

Hace ya unos meses, la vicepresidenta primera pidió por carta a los presidentes de las comunidades y ciudades autónomas que enviasen sus propuestas a incluir en la Adenda al Plan de Recuperación, buscando así fomentar la participación de todo el territorio en la elaboración e identificar las prioridades sectoriales y proyectos estratégicos. De igual forma, Calviño mantuvo reuniones con los diferentes grupos parlamentarios para abordar el documento que se enviará a Bruselas.

La hoja de ruta de España

El Gobierno ha reunido en la adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia 30 reformas, 15 son nuevas y 15 consisten ampliaciones de las ya estaban planteadas. Todas tienen en común la búsqueda de la consolidación de la autonomía estratégica del país, con especial hincapié en los sectores energético, agroalimentario, industrial, tecnológico y digital. Así, este plan apuesta por acelerar la transición ecológica y la transformación digital, en especial para impulsar el despliegue de las energías renovables, fomentar la movilidad sostenible, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y reforzar la autonomía estratégica en sus distintas dimensiones.

Por otra parte, se han diseñado también actuaciones dirigidas a potenciar el capital humano y reforzar los sistemas sanitario y de protección social. De igual forma, una de las áreas que el Ejecutivo quiere mejorar es la modernización de las administraciones públicas, la coordinación entre todos los niveles territoriales de Gobierno, así como el marco presupuestario desde el punto de vista del gasto público y de los ingresos.