Uno de los puntos clave que marcará el futuro de la sociedad española es avanzar hacia una economía más limpia y más ecológica. Así lo han recalcado autoridades y analistas internacionales, poniendo sobre el tapiz la crisis climática, una vez paliado el mayor impacto de la crisis sanitaria del coronavirus.

De hecho, impulsar las energías renovables es uno de los cuatro objetivos principales del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia enviado a Bruselas para poder acceder a los fondos europeos y además, otro de los puntos clave por los que pasa el Plan España 2050, presentado este mismo jueves por Pedro Sánchez, sobre el futuro en las próximas décadas.

Son muchas las empresas que están apostando por el uso de energías renovables para realizar su actividad productiva, ya sean grandes empresas o pequeñas, motivadas por la protección del medio ambiente y por la transición ecológica anunciada por el Gobierno, que contará con una fuerte inversión monetaria para cumplir con los objetivos.

En medio de esta tendencia, hay un sector con oportunidades especialmente destacables en el sector de las energías renovables, en concreto en la energía fotovoltaica, por su organización y su amplio espacio productivo. Se trata del sector vitivinícola, uno de los grandes gruesos de exportación nacional.

Por su organización tradicional, las bodegas españolas cuentan con una gran superficie de terreno donde cultivar las viñas, un espacio ideal para poder situar placas fotovoltaicas que permitan el autoconsumo energético de la compañía. Es decir, aprovechar parte de su terreno para situar una herramienta de producción energética que permite el autoabastecimiento de la bodega.

En 2020 se instalaron 600 MW nuevos en España

La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha puesto en relieve esta tendencia, que ha comenzado por Castilla y León, tierra de vinos, y prevé que pueda extenderse por el resto del territorio nacional. En cifras, en 2020 se registraron 564 nuevas instalaciones fotovoltaicas en autoconsumo en Castilla y León, el equivalente a 20,9MW limpios. En total, en España se registraron alrededor de 600MW nuevos en autoconsumo fotovoltaico, con un crecimiento del 30% con respecto al año anterior.

Así, a pesar de la irrupción de la pandemia en marzo de 2020, las empresas españolas supieron adaptarse a la crisis climática y avanzar en la popularización de las energías renovables. Según los datos de UNEF, los sectores primario e industrial han sido los más avanzados en esta tendencia, con el 56% del total, seguidos del sector servicios (23%) y el sector doméstico (19%).

“Con más de un millón de hectáreas de viñedos en la región, el sector vitivinícola es consciente de esa oportunidad que les brinda el autoconsumo fotovoltaico” ha asegurado Rafael Benjumea, presidente de UNEF. En una jornada celebrada el pasado mes de abril, algunos de los empresarios que ya han puesto en marcha la iniciativa de autoconsumo fotovoltaico destacaron la necesidad de proteger la tierra para un sector que depende de ella.

Además, quisieron poner en relieve la sencillez de la instalación, el poco mantenimiento de estas y el potencial económico y social futuro. Para estos empresarios, supone una inversión a medio-largo plazo, con la reducción de costes desde el momento de la instalación pero además, supone anticiparse a lo que vendrá en las próximas décadas, cumpliendo con los objetivos de medio ambiente propuestos.

“Hay que aprovechar la ocasión y las ventajas que ofrece el autoconsumo en la actualidad. El futuro pasa por la sostenibilidad y una actividad como la del sector vitivinícola no debe dejar pasar la oportunidad tanto de reducir costes, como de apostar por ser más sostenibles y aumentar así su diferenciación en calidad y reputación. España llega tarde a muchas cosas y esta es una oportunidad de ser pioneros, y Castilla y León ya se ha adelantado. Tenemos la ventaja del sol y podemos ser pioneros en energía verde invirtiendo en energía fotovoltaica”, aseguran desde UNEF.