El desfile de ex altos cargos del Gobierno Aznar y de gente relavante del PP por la Audiencia Nacional imputados en el 'caso Bankia' (Mercedes de la Merced recientemente) no solo acaba con el mito de que el PP gestiona bien la economía, sino que hurga en la herida interna que esta caso abrió en el PP.

El ex ministro de Aznar, Ángel Acebes, declaró esta mañana en la Audiencia Nacional como imputado en el caso Bankia y tanto a su llegada como a la salida fue recibido con gritos de "Acebes ladrón" y "Bankia, Acebes, paga lo que debes", por parte de un grupo de personas afectadas por las preferentes de Bankia. El caso lo instruye el juez Fernando Andreu, a raíz de las deuncias presentadas por UPyD y el colectivo 15-M después de que el Gobierno tuviera que nacionalizar Bankia al descubrirse el mayor agujero financiero de la historia, muy superior al de Banesto que llevó a Mario Conde a la cárcel.

Imputado "de rondón"
El ex ministro de Interior de Aznar no hizo declaraciones a la prensa, pero sí su abogado, Carlos Aguilar, quien aseguró que la declaración de Acebes "ha ido bien" y que su cliente está imputado "de rondón" porque ya no trabajaba en Bankia cuando se produjo 'la reformulación de las cuentas'.

De esta manera la comparecencia del ex ministro ante el juez, que se prolongó durante 50 minutos, se basó en que Ángel Acebes dimitió de su cargo como consejero y presidente de la comisión de auditoria y presidente de la comisión de auditoría de la matriz de Bankia, BFA, el 24 de abril de 2012, al ser nombrado consejero de la compañía eléctrica Iberdrola, y por tanto ya no estaba en Bankia cuando se llevó a cabo la fusión de las cajas que dio origen a BFA (la matriz financiera de Bankia), ni en su salida a Bolsa ni cuando se entregaron las cuentas a la CNMV.

Cabe recordar que el escándalo,que acaba con Rodrigo Rato expulsado de la Presidencia de Bankia por óden del Gobierno, se destapa cuando se hace público que la firma auditora Deloitte se negó a firma las cuentas que Bankia entregó a la CNMV, al considerar que no se ajustaban a la realidad.

El exministro del Interior y expresidente de la comisión de auditoría de Bankia, Ángel Acebes (i), a su llegada esta mañana a la Audiencia Nacional donde declara hoy como imputado ante el juez Fernando Andreu, que instruye el caso Bankia. EFE



Queda Rato
La explosión del escándalo Bankia supuso un tsunami político y financiero. Político porque implicó la salida del presidente de la entidad, Rodrigo Rato, vicepresidente económico de Aznar en la época en la que vendieron el 'milagro español', y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional.

A Rato le pideron que se fuera dos antiguos subordinados, Mariano Rajoy y Luis De Guindos. Este último era su discípulo y le debe a Rato entrar en el PP porque le hizo Secretario de Estado cuando él era todopoderoso vicepresidente. Pero en el seno del Partido Popular fue una convulsión tremenda: se destruía el mito de que solo el PP sabe gestionar bien la economía. Si su ídolo y paladín del buen gestor económico era el responsable de la mayor quiebra bancaria de la historia y ha acabado en la Audiencia Nacional, adios al mito de buena gestión. Rato era dentro del PP mucho más que un ex ministro.

Las consecuencias financieras y económicas para España fueron demoledoras: se extendió la sospecha de que todos los bancos españoles ocultaban sus pérdidas reales y que no eran fiables. La prima de riesgo se disparó y fue la nacionalización de Bankia lo que puso a España al borde del rescate, borde del que aún no hemos salido.

Aún resuenan las palabras del Presidente del BCE, Mario Draghi, cuando dijo que la nacionalización de Bankia "se hizo de la peor manera posible". Por algo Luis de Guindos es el peor ministro de Economía de la Unión Europea para el Financial Times.

Rato tendrá que declarar en la Audiencia Nacional en diciembre, en vísperas de Navidad.