El coronavirus ha tenido un fuerte impacto sobre el sector inmobiliario, al igual que ha ocurrido con muchos otros negocios. Según un informe de Fotocasa, el 77% de las empresas dedicadas a la vivienda ha visto reducidos sus ingresos como consecuencia de la pandemia. El 42% asegura que es mucho más bajo y el 35%, más bajo.

Como suele ocurrir en las crisis económicas, la pandemia ha tenido un efecto más fuerte sobre las pequeñas agencias, habitualmente gestionadas por pymes o autónomos, que sobre los gigantes del sector. Así, el 86% de las inmobiliarias con menos de 25 inmuebles en cartera reconoce haber visto reducida su actividad, mientras que el porcentaje se reduce hasta el 78% en el caso de las grandes, con más de 75 inmuebles.

Estrechamente relacionado con el impacto negativo sobre el negocio, el 39% de las inmobiliarias afirma que la recepción de solicitudes de contacto ha disminuido mucho y el 28% asegura que ha caído ligeramente. Una vez más, las más afectadas resultan ser las agencias pequeñas, con un 58% de profesionales que considera que las peticiones han descendido mucho.

Los datos de 2020 son nefastos, como era de esperar. Sin embargo, las previsiones para este 2021 no parecen dar muestras de esperanza al sector, sino todo lo contrario. El 80% de los profesionales inmobiliarios prevé que las consecuencias de la crisis sigan teniendo su impacto en el negocio de la vivienda.

Del total, un 37% teme que las consecuencias se extenderán durante más de un año y otro 30% augura entre seis meses y un año de dificultades en su negocio. Solo un 13% apuesta por un horizonte inferior a los seis meses, que también afectaría al primer semestre de 2021.

Bajada de precios en los próximos meses

Además del impacto de la crisis, los profesionales tienen en cuenta que se está produciendo una bajada de precios, también provocada por los nuevos hábitos de consumo que ha traído la pandemia. Así, según el propio índice de Fotocasa, el precio de la vivienda de segunda mano en España cayó un 2,4% en el tercer trimestre de 2020.

Las perspectivas pasan porque el precio siga cayendo, aunque aseguran que lo hará de forma moderada. El 70% cree que continuará la bajada pero, del total, el 56% considera que lo hará ligeramente mientras que solo un 14% prevé una caída mayor. En este caso también afecta el tamaño del negocio.

Para los profesionales con menos inmuebles, el 88% cree que bajará el precio del alquiler en los próximos meses, ya sea mucho o poco. Sin embargo, el porcentaje se reduce hasta el 81% en el caso de las grandes inmobiliarias, con más de 75 inmuebles entre su oferta.

Además de la caída en los ingresos y de las perspectivas negativas, las inmobiliarias también han tenido que hacer frente a la captación de nuevos inmuebles, un problema que ha sido más duro para las agencias pequeñas que para las más grandes.

Sin embargo, solo un 7% de los profesionales lo justifica por problemas de mercado y de precios mientras que un 9% asegura que es por cuestiones operativas. Entre estas cuestiones se encuentra la competencia, el rechazo de los propietarios a las agencias y las dificultades para firmar contratos de exclusividad.