Según ha cifrado Israel Arroyo, secretario de la Seguridad Social, algo más del 5% de los afectados por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de fuerza mayor ha perdido su trabajo hasta el momento. Se trata de un dato provisional ya que todavía alrededor de 1,2 millones de trabajadores tienen el contrato suspendido o la jornada reducida.

Los ERTEs han permitido que más de 3,4 millones de trabajadores se acogieran a esta medida desde el inicio de la pandemia y de esta forma no perder su empleo. Del total, aproximadamente el 90% de los casos estaba provocado por fuerza mayor derivada del coronavirus o de las medidas de restricción por el estado de alarma.

En el lado opuesto, según datos de la Seguridad Social, algo más del 70% de los trabajadores ya habría salgo del ERTE por fuerza mayor el 5 de mayo y el 60% de ellos incluso habrían vuelto a su empleo. El 10% restante corresponde a los que han vuelto a trabajar en su empresa pero reubicados en otro centro de trabajo, jubilados, despedidos que han sido contratados de nuevo y los despedidos que continúan en el paro.

Estas cifras son similares a las que ofreció el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, el pasado 15 de julio, cuando precisó que los afectados por ERTE que habían perdido su trabajo alcanzaban el 6,1%, es decir, 180.000 personas.

En los próximos meses se conocerá la cifra exacta de cuántos de los casi 1,2 millones de trabajadores afectados por un ERTE regresarán a su puesto de trabajo o mantendrán su empleo.