El aumento constante de la deuda de los países en desarrollo se ha convertido en un motivo de preocupación de los inversores globales y despierta incertidumbres ante los desafíos que estos países tendrán que enfrentar en 2019 en medio de la desaceleración del crecimiento mundial y el endurecimiento de la política monetaria.

El nivel de deuda expresada en moneda extranjera emitida por los gobiernos y los prestatarios no bancarios en los países en desarrollo se situó en alrededor del 13,5% del producto interior bruto a principios de 2018, cerca de su nivel más alto en más de una década.

Un récord de 1.7 billones de dólares de la deuda emitida por gobiernos, firmas financieras y todas las demás compañías venció en 2018, con otros 2 billones de dólares  que vencerán en 2019. Dicha deuda deberá pagarse o refinanciarse en un momento en que el ajuste de la política monetaria en los Estados Unidos y otras economías avanzadas encarezca la financiación y sea mas costoso para los prestatarios de mercados emergentes el pago de sus préstamos.

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Nivel de deuda externa en % PIB de países emergentes 2017

Los inversores también ven con preocupación la turbulencia que sacudió casi todos los activos en 2018, hecho que sin duda  provocará que gestores de fondos  retiren inversiones de los mercados emergentes, perjudicando a las economías que se apoyan en gran medida en la inversión extranjera para obtener financiamiento.

 La disputa comercial entre los EE. UU. Y China y su posible impacto negativo en el crecimiento mundial tuvieron una gran repercusión en las bolsas EE. UU. en la última parte de 2018 y afectaron una  amplia gama de materias primas  como el petróleo, el cobre y el café.

Ese tipo de volatilidad tiende a sacar a los inversores de los mercados emergentes, que tienen un nivel superior de riesgo en comparación con los países desarrollados.

Después de dos años de altos rendimientos, en la zona  de dos dígitos, el índice MSCI Emerging Markets, que refleja el comportamiento de las acciones de los países emergentes, entró en un mercado bajista en 2018, mientras que monedas como la lira turca, el rand sudafricano y el peso argentino registraron grandes caídas.

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Indice MSCI Emerging Markets. Fuente : Financial Times

Según los estudios de las principales agencias de rating,  las condiciones crediticias para los mercados emergentes en 2019 se agravarán  a medida que el crecimiento global se desacelere, la volatilidad de los mercados financieros continúe, los tipos de interés aumenten y el proteccionismo comercial y las tensiones geopolíticas aumenten

Otro obstáculo potencial es el dólar estadounidense, que se ha mantenido al alza contra las monedas de países emergentes  en 2018 y podría continuar subiendo si la Reserva Federal sigue ajustando la política monetaria a su ritmo actual. Un dólar más fuerte reduce el valor de las monedas locales, lo que restringe la capacidad de los gobiernos para pagar la deuda denominada en la moneda de los Estados Unidos.

Pero es el ritmo de la acumulación de deuda externa lo que representa el principal motivo de preocupación. Como ejemplo, la deuda en moneda extranjera de los prestatarios no bancarios en Arabia Saudita creció a 17.6% del producto interno bruto a partir de junio de 2018. Eso hace que el país sea más vulnerable a un nuevo aumento del dólar o a continuas caídas en los precios del petróleo.

Las tensiones del comercio mundial son la amenaza clave para los países de mercados emergentes en Asia. En Europa, países como Hungría están entre los más expuestos a mayores costos de endeudamiento, y los prestatarios de América Latina se encuentran entre los más vulnerables al aumento de los tipos de  interés de los Estados Unidos.

Aún así la perspectiva no es del todo desfavorable si se cumplen algunos requisitos.

Los  países en desarrollo podrían superar el 2019 sin problemas, especialmente si los Estados Unidos pueden concretar un acuerdo comercial con China, como sucedió con México y Canadá.

Además de ser la segunda economía más grande del mundo, China también es el principal consumidor de muchas de las materias primas exportadas por los países en desarrollo, y su salud económica tiende a ser un factor importante en la demanda mundial de productos básicos. Este va a ser el elemento central que atraerá todos la atención de los inversores en el año que entra aunque de momento la incertidumbre es alta. Las acciones llevadas a cabo por el gobierno norteamericano no auguran ningún buen resultado y todo presagia que el enfrentamiento puede ser total y trascender del ámbito puramente comercial, muestra de ello es el comportamiento de los mercados en el último trimestre del 2018.

Solo un cambio radical ,mas favorable a la negociación, que evite el ultra-proteccionismo de Trump podría salvar la situación.

A pesar de todas las dificultades, la mayoría de los mercados emergentes también lograron refinanciar su deuda con vencimiento en 2018 superando el inmenso obstáculo de las ventas masivas que tuvieron que sufrir.

Otro elemento potencialmente favorable para 2019 cuya probabilidad de ocurrir aumenta , algo en lo que  coinciden gran parte de los analistas ,sería el  que la Fed desacelerara su ritmo de aumentos de tipos de interés en 2019, lo que limitará las futuras ganancias en el dólar. Un ritmo más gradual de ajuste monetario  haría que los mercados emergentes sean más atractivos especialmente porque los precios de los activos ya han bajado después de la venta masiva de 2018.

En resumen, comenzamos el año 2019 , con un alto grado de incertidumbre en el panorama financiero, incertidumbre que continuará en gran parte del año y que provocará nuevas caídas de los mercados. El miedo a la recesión seguirá estando en la mente de los inversores y esta puede venir provocada por una crisis mayor en los países emergentes, con características muy similares a la acontecida a final de los 90.

La única diferencia está en que las causas que la provoquen todavía pueden ser evitadas si el comportamiento de la administración americana se vuelve mas racional y ceja en su empeño de obstaculizar el comercio internacional , principalmente, y si como todo indica la Reserva Federal termina con su política de ajustes de tipos de interés y con ello el dólar USA deja de fortalecerse.