Pedro Carreño, a quien en Torrespaña se conoce no sin guasa como ‘la alegría del PP’, y su equipo de edición lograron en el telediario del pasado domingo al medio día rizar el rizo: censurarse a sí mismos. Más exactamente a su propia cadena, TVE. El motivo, esta vez, la gala de Eurovisión que había emitido la cadena pública y que acabó como el rosario de la aurora.

Los hechos son estos. El equipo de edición a las órdenes de Carreño pidió a su redacción que prepararan una información sobre la elección del representante español para el concurso. El escándalo del final de la gala ocupaba todos los medios de comunicación. Quizás no sin ingenuidad, la persona a la que se encargó preparar la información consideró que debía incluirse, evidentemente, todo lo que había sucedido: las protestas y peleas entre el público, el corte de manga del ganador, las disensiones en el jurado…

El vídeo, quizás no sorprenda leer esto, después de pasar por las manos del equipo de edición no fue al final emitido. Era la guinda que desde informativos ponían al despropósito que ha significado todo lo que ha rodeado al concurso para elegir la canción que representará a TVE en Eurovisión: la propia cadena ocultaba lo que había visto toda España (bueno, en realidad un 8% de toda la España que el sábado veía televisión, porque esa fue la audiencia media de la gala).

Como hemos informado, en esos mismos telediarios de Carreño ya se habían producido otras manipulaciones más graves durante este fin de semana: las que tienen que ver con el tratamiento que se hizo de los Congresos del PP y de Podemos. Manipulaciones tan groseras que provocaron que el Consejo de Informativos tuviera que, otra vez, emitir una nota denunciando la situación y pidiendo ayuda a los grupos parlamentarios para acabar con la situación de sectarismo informativo que consideran se vive en la televisión de todos.