“Rajoy, que es un gran parlamentario. No le gusta hablar ante la prensa, pero en el Parlamento la verdad es que se crece y lo hace muy bien”. Estas declaraciones realizadas por Eva Sáiz en una tertulia de corresponsales en Washington -el programa se llama Club de prensa y lo presenta Juan Carlos Iragorri en el canal NTN24-, está causando estragos en la redacción de El País. Muchos de sus periodistas ven en estas afirmaciones de la nueva responsable de la edición en papel de El País la prueba irrefutable de que el periódico está girando inexorablemente a la derecha.
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Sin apoyo de los redactores
ELPLURAL.COM ya informó del malestar de los redactores de El País ante el nombramiento de Sáiz como responsable de la edición en papel. De hecho, tan sólo el 15,8% de la plantilla dio el visto bueno de que Sáiz, que concluyó el Máster del diario hace sólo dos años y trabajó de becaria en la corresponsalía de Washington con Caño, se convirtiese en la nueva subdirectoral del periódico de PRISA.
Malestar en la redacción
Según informa El Confidencial Digital, las palabras pronunciadas en su día por Sáiz se interpretan como una defensa cerrada al presidente del Gobierno –minimizando la corrupción existente en el Partido Popular-, y vaticinan que la línea editorial del periódico girará a la derecha, más aún si cabe desde el relevo de Javier Moreno. “La frase Rajoy es un gran parlamentario” demuestra que la nueva subdirectora no tiene un conocimiento del parlamentarismo español acorde a su cargo, se quejan en la redacción. Afirman además que se están preparando para una “derechización” de las informaciones durante la etapa de Antonio Caño.
Tampoco gusta a los “pesos pesados”
Entre los críticos no sólo hay periodistas de base. Algunos de los históricos, los considerados “pesos pesados” de El País, también han mostrado en privado su desacuerdo con el nombramiento de Saiz como subdirectora. “No conoce la redacción y aquí nadie sabe quién es” o “sólo ha hecho un máster, ha sido becaria y ha tenido un contrato de colaboradora” son algunos de los reproches que se escuchan en la redacción de Miguel Yuste.
