Un simple tuit sin comentario alguno
Este domingo, Caño tuiteaba la reacción de la Defensora del Lector que ese mismo día publicaba el diario. Una columna llamada "Las lecciones del 'caso Monedero'", en las que se recogía el aluvión de críticas que había levantado la historia "Monedero no da explicaciones sobre las falsedades de su currículo" . Como se puede ver, un simple enlace, sin el más mínimo comentario personal.
Defensora del lector de EL PAÍS: Las lecciones del 'caso Monedero' http://t.co/JfuAA7Ya9b via @el_pais
— Antonio Caño (@antonio_cano_) febrero 1, 2015
"Lo que había era ganas de zurrarle a Monedero"
Para cuando se produjo el escrito de la Defensora del lector, y el posterior tuit de Caño, el ambiente en la redacción de Miguel Yuste estaba muy caliente. Lo que había pasado tras 'la historia de Monedero' parecía imposible en 'el viejo País': "No estaba nada comprobado -dice a ELPLURAL.COM un veterano redactor-, lo que había era ganas de zurrarle a Monedero con una historia propia".
La redacción del diario mayoritariamente se muestra perpleja ante lo que considera una repetida falta de criterio por parte de la actual dirección. Foto El Pais
En la redacción había crecido el sentimiento de la necesidad de rectificar y hacer autocrítica, porque "lo que habíamos hecho no había sido sino tapar lo de los 425.000 euros con una noticia que se sostenía en llamadas a un 'profesor sin memoria'... La mayor parte del currículo eran dos líneas cuya falsificación no estaba atada".
Las explicaciones aún lo empeoran
El aséptico tuit del director no ayudaba precisamente a tranquilizar el enfado. Mucho menos lo hizo la contestación que dio a quienes le increparon en la red. Ante quienes protestaban por la falta de asunción de autocrítica, Caño se 'lavaba' las manos: "La Defensora del Lector es totalmente independiente". Lo que escribía ella no representaba al diario, parecía decir. O así lo entendían los lectores.
@carloshuneeus No, Carlos, no es autocrítica. La Defensora del Lector es totalmente independiente y libre para expresar su propia opinión.
— Antonio Caño (@antonio_cano_) febrero 1, 2015
@antonio_cano_ @AntonioMaestre @carloshuneeus entonces no hicieron nada mal,solo la defensora del lector dijo lo que quiso,pero ahí se queda
— Rubén (@rub_lc) febrero 1, 2015
@antonio_cano_ @Jtravieso @carloshuneeus Estrictamente tiene razón. Una cosa es la Def.dL, otra el periódico y otra el papelón entubao.
— Carlos Arrikitown (@Olakebosta) febrero 1, 2015
@antonio_cano_ @carloshuneeus Vamos, que no pensáis poner una rectificación en portada como haría un periódico serio.
— Javier Polar (@JavierPolar1) febrero 1, 2015
.@antonio_cano_ @carloshuneeus Por eso no te sigo porque no creo que merezcas la pena
— Conchi Barrachina (@Bardenera) febrero 1, 2015
@antonio_cano_ @carloshuneeus excusatio non petita, acusatio manifiesta. Qué deriva tan lamentable!!!
— Juanma Vidal (@VidalJuanma) febrero 1, 2015
Solo unos ejemplos que reflejan una situación de alejamiento entre los redactores y los lectores hacia la línea editorial y comportamiento profesional actual de El País que no parece acabar de modificarse. En la redacción hablan, como ya hemos apuntado en otras informaciones de ELPLURAL.COM, de "falta de criterio", que esta historia vendría a subrayar, y en la que tendría mucho que ver por un lado la remodelación por razones económicas de la redacción, un duro ERE incluido, y por otro la reorientación ideológica del periódico, que ha provocado el desafecto y la huida de otros redactores y directivos, y que se ha concretado en artículos como los publicados sobre la familia real o noticias sobre la recuperación económica propagada por Moncloa, que producen asombro y han llegado a concretarse en quejas del Comité de Redacción.