El retorno de Aznar no es una quimera
El columnista advierte a Rajoy de que “si se agudizara la crisis, como algunos vaticinan que ocurrirá en otoño, –Soraya Sáenz de Santamaría fue vapuleada en la Bilderberg– entonces el retorno de Aznar no será una quimera”, porque, incluso -reafirma el columnista- "una parte considerable de los dirigentes del partido se pasaría a las posiciones del expresidente". El veterano periodista ya dejó claro en enero que no espera nada de Rajoy, aunque, según escribió entonces, “salga indemne del incendio Bárcenas” porque el PP “exige una profunda operación regeneradora interna” y el presidente “no es el hombre para llevarla adelante”. En aquel artículo de enero decía sin tapujos: “Ha sonado la hora del retorno de Aznar”.
De la estrategia de los tres monos a sentar a Sáenz de Santamaría junto a Aznar
El columnista de El Mundo viene a reprochar a Rajoy que “desdeñara las declaraciones de Aznar” en la entrevista en Antena 3, aunque reconoce que el líder popular reaccionó y “frente a los que le aconsejan la política de los tres monos de Nikko –no oír nada, no ver nada, no decir nada–, ordenó a Soraya Sáenz de Santamaría y al ministro Soria que acudieran a la conferencia de Aznar en el Club Siglo XXI”.
El salvador del PP
Anson vuelve a realzar la figura del expresidente como la de un auténtico salvador del Partido Popular, a quien “le preocupa el ‘qué más da’, el ‘todo vale’, la indefinición en la que se ha instalado un partido como el suyo que disfruta de mayoría absoluta. Los votantes del PP exigen una posición nítida en favor de la unidad de España, de la sociedad de libre mercado, de la familia, de los principios de derecho público cristiano, de la condena del terrorismo, del auxilio a sus víctimas”.
Calvo-Sotelo y Rajoy
El exdirector de ABC y La Razón recupera a Leopoldo Calvo-Sotelo, para advertir a Rajoy que aquel “se corrió hacia la izquierda siguiendo el péndulo que en 1982 oscilaba hacia el socialismo, y el centro derecha en bloque le abandonó para votar a Fraga Iribarne” y que el experimento fue electoralmente un “descalabro” y “UCD pasó de 165 diputados a 12”. A Rajoy, según Anson le puede pasar lo mismo.
