Como todos los españoles, estoy contento con esta final, una de las que más vende en todo el planeta. Además, se hizo justicia ya que ni Brasil, ni Holanda, por la racanería y egoísmos de sus técnicos se merecían llegar más lejos. Si Scolari, todavía seleccionador de Brasil, es un cenutrio prepotente, a Louis Van Gaal le falta un hervor y se olvidó de su mágica libreta en el momento más inoportuno.

Alemania, máquina total
Da gusto ver jugar al once alemán. Si ya de por sí eran poderosos (en todos los aspectos) con la llegada de Pep Guardiola a la Bundesliga han aprendido a tocar y tocar el balón a una velocidad de vértigo. ¡Que gozada viéndoles dar ese majestuoso baño futbolístico a los brasileños! Low (seleccionador alemán y que este año entrenaría en el Bernabéu si el Real Madrid no hubiera ganado la Décima) ha configurado un bloque perfecto y muy difícil de batir. Y sí, por el juego desplegado, por poderío físico y por ambición, Alemania es clara favorita para ganar este Mundial.

Argentina, en manos de Messi
A el se encomiendan el Papa Francisco (si pudiera le encantaría viajar a Brasil para estar en el palco de Maracaná) y todos los argentinos. Y como el partido será muy trabado y con muchas interrupciones (es lo que le interesa a Argentina) antes o después, Messi tendrá su oportunidad para decidir la final. Y sí, aunque se haya pasado media temporada vomitando y deambulando por muchos campos de España, el domingo el mundo entero verá la mejor versión de  Messi.
 

Lionel Messi de Argentina tras finalizar el partido ante Holanda en el estadio Arena Corinthians en Sao Paulo, Brasil. EFE

 

 


Rey del universo
Leo, tras ganar de forma consecutiva cuatro Balones de Oro, lleva soñando años con esta final y no desaprovechará la oportunidad de conquistar el único título que le falta para coronarse como el mejor futbolista de todos los tiempos. La final promete. Que pena que España quedará eliminada tan pronto ya que con el nivel futbolístico exhibido por algunas selecciones, la Roja, incluso andando, como mínimo habría llegado a semifinales.

Y Rosell quiso fichar a Scolari
Es verdad. El expresidente del Barça (todavía no ha explicado porque dimitió) quiso fichar hace años a Scolari, todavía seleccionador brasileño. Menos mal que Laporta y sus compañeros de junta no le hicieron caso. ¿Se imaginan a este entrenador prepotente y terco con sus tácticas futbolísticas destruyendo en un plumazo La Masía y toda la cantera de Can Barça? No exagero, Iniesta, Xavi, Silva y nuestros bajitos nunca hubieran sido internacionales con el tal Scolari. Menos mal que ya todos le han pillado la matrícula a este sujeto y, por el bien del fútbol mundial, tardará años en volver a entrenar.