La iglesia de Santa María de Vila-Rodona fue partícipe de la 'fiesta de la democracia' durante el referéndum del 1-O. Tras finalizar la votación, trasladaron la urna de la Casa de la Cultura - centro de votación -, en los aledaños de la Iglesia, con el fin de concluir allí el recuento

Este acto fue un recurso de la organización para evitar que la policía, en caso de que hiciera acto de presencia, se llevara las urnas. Como hiciera - o intentara - la madre de Quasimodo en El jorobado de Notre Dame, las urnas se acogieron a sagrado, aunque finalmente no hizo falta. Los feligreses recibieron a la urna entre vítores y el cántico Amistat, uneix-nos, según desvela el diario La Vanguardia

Sin embargo, en los prolegómenos del recuento, hubo tiempo para un homenaje y una ovación cerrada y sagrada para aquellas personas que resultaron heridas en las cargas policiales. Unos vítores sustentados por cánticos de "hem votat", que sustituyeron al recurrente "votarem" en los días previos.