Un 2,45% de la población sufre fibromialgia. Este porcentaje sube significativamente en mujeres de entre 60 y 69 años. ¿Pero qué es la fibromialgia? Es un síndrome de dolor crónico de origen desconocido, muchas veces acompañado de fatiga, trastornos del sueño, trastornos del estado de ánimo y dificultades en la concentración, entre otros síntomas. Entre los seleccionados en la Convocatoria de Proyectos de Investigación Experimental en Ciencias Sociales, organizada por el Obsevatorio Social de la Fundación “la Caixa”, se encuentra el que demuestra que una intervención psicológica a través de internet puede promover el bienestar en pacientes con fibromialgia. El estudio fue desarrollado por Guadalupe Molinari, Carlos Suso-Ribera, Mónica Navarro Sánchez, Diana Castilla, Rosa María Baños, Cristina Botella y Azucena García-Palacios, CIBEROBN, la Universitat Jaume I, y la Universitat de Valencia.
Son muchos los avances que se han logrado en los últimos años en los tratamientos psicológicos para la fibromialgia, en campos como la tecnología de la información y la comunicación (TIC), la realidad virtual, la realidad aumentada, internet o, incluso, las aplicaciones móviles. Gracias a estas tecnologías, se reducen las barreras para el acceso a servicios de salud, se incrementa la eficiencia de los tratamientos y se promueve el autocuidado. El proyecto en cuestión se vale de estos avances y ha desarrollado una aplicación que sirve para evaluar y monitorizar la influencia del dolor en la vida de los pacientes con dolor crónico. Esta app, muy simple e intuitiva, facilita el seguimiento con preguntas breves sobre el estado de ánimo, la intensidad de dolor o las consecuencias en la vida diaria, el trabajo o las relaciones sociales. También incluye una serie de ejercicios psicológicos que varían diariamente.
El resultado del estudio es alentador, ya que un 39% de los pacientes con fibromialgia reportaron una mejora moderada en su estado de ánimo, mientras que un 29% reportó una leve mejora luego de recibir la intervención psicológica a través de sus teléfonos móviles. Es decir que, aunque no se puede hablar de algo generalizado al 100%, se puede decir que la intervención ha sido un éxito en 7 de cada 10 pacientes. No perdamos de vista que estamos hablando de gente que está sufriendo dolor. Un dolor que suele llevar a la interrupción de actividades o, directamente, a la inactividad absoluta. Es verdad que no se han publicado muchos trabajos sobre este tema, y por lo tanto, no es posible comparar los tratamientos psicológicos con apoyo del terapeuta y los completamente autoaplicados, pero justamente de eso se trata, de un puntapié inicial para una alternativa que se revela como prometedora.