El programa Reincorpora, de la Fundación “la Caixa”, junto con el Ministerio del Interior, por medio de la entidad Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo, ha logrado que casi 21.000 internos de más de 80 centros penitenciarios participaran en itinerarios personalizados de inserción social y laboral. De ellos, más de 8.500 han conseguido un empleo, según el balance de ambas instituciones, que fue presentado en CaixaForum Madrid.
El programa, que ya está consolidado después de una andadura de doce años, tiene como objetivo la construcción de un futuro para la población reclusa a través de la ampliación de competencias, el reforzamiento de valores, de confianza y de motivación, y la mejora de habilidades personales y profesionales que ayuden a la inclusión social y laboral plena. ¿Cómo se logra este cometido? Mediante el trabajo de cada uno de los 80 técnicos Reincorpora, el cual diseña y pacta el itinerario con los diferentes participantes, y lleva a cabo el seguimiento de la evolución de la persona en este camino. Carlos García, uno de estos técnicos, afirma que cada día es una experiencia de crecimiento. “Estar en contacto con estas personas nos lleva a vivir momentos en los que nos enfrentamos a situaciones distintas donde poner en práctica nuevas habilidades para buscar nuevas soluciones”, añade.
El programa cuenta, además, con otros actores necesarios que son las empresas que se comprometen a contratar a personas en situación de vulnerabilidad. Es el caso de, por ejemplo, del Grupo Premium que colabora con la Asociación Arrabal-AID de Málaga. “Somos una cadena hotelera que ha intentado crear un ecosistema del bienestar donde priorizamos el lado humano. Nos preocupamos día a día a mejorar la vida de quienes tenemos cerca. Acompañamos a las personas contratadas a mirar hacia adelante con ilusión, propósito y responsabilidad. Y el agradecimiento y las ganas que muestran estas personas es inspirador”, asegura José Manuel Montalvo, empresario de dicho grupo.
En este contexto, no se deja de lado la participación de los internos en servicios a la comunidad con el objetivo de ofrecer soluciones a las necesidades del entorno y fomentar competencias, habilidades y valores. Así es que los participantes realizan acciones como la atención y acompañamiento de personas mayores, tareas medioambientales, colaboración con bancos de alimentos o comedores sociales, y hasta charlas de sensibilización a jóvenes en riesgo de exclusión social.