Cerca de 12.000 niños menores de 15 años conviven con diabetes tipo 1 en España, y para este colectivo, es fundamental que desde edades tempranas adquieran una adecuada educación diabetológica, además de la formación necesaria sobre los cuidados y rutinas a tener en cuenta, a lo largo de su vida. Para contribuir a esto, y desde un enfoque lúdico-formativo, la Federación Española de Diabetes (FEDE) ha puesto en marcha, un año más, el programa Becas FEDE, para ayudar a que los menores con diabetes de familias con recursos limitados, puedan acudir a alguno de los campamentos de verano que varias de las asociaciones miembro de FEDE organizan desde hace más de 50 años.

Tras un año marcado por la pandemia por la COVID-19, en el que no se pudieron llevar a cabo de manera habitual estas actividades, estas actividades vuelven a reactivarse, adaptándose a los protocolos pertinentes para garantizar la seguridad de los asistentes y continuar con la labor formativa de estos menores con diabetes. En este sentido, con el objetivo de apoyar esta labor, la Fundación ”la Caixa” ha decidido sumarse al proyecto de Becas FEDE, mediante una donación, y así posibilitar a más familias la oportunidad de que sus hijos puedan asistir a los campamentos y beneficiarse de la formación en diabetes que allí se les proporciona.

Al respecto de todo esto, César Jimeno, responsable de acción social de CaixaBank en Castilla- La Mancha, ha resaltado la capilaridad territorial que permite a la red de oficinas de CaixaBank apoyar a la Fundación ”la Caixa” en su labor social, detectando las necesidades locales y canalizando una parte de su inversión social. "La colaboración entre ambas instituciones pone de manifiesto la prioridad que supone para CaixaBank mostrar nuestra proximidad y solidaridad con las personas con diabetes, y en especial con los más vulnerables como los jóvenes, dándoles apoyo financiero y social para que tengan acceso a la formación que ofrecen los campamentos de verano”.

Por su parte, Juan Francisco Perán, presidente de FEDE, ha destacado que “los campamentos de verano para niños y adolescentes con diabetes son esenciales para fomentar entre ellos no sólo educación en diabetes, sino también valores necesarios para el control de su patología, como la autonomía y la autogestión, aprendiendo a ser, poco a poco, más independientes, algo que se refleja en el desarrollo de su vida adulta y previene complicaciones. Sin duda, la vuelta de estas actividades es un motivo de ilusión para las asociaciones y para los menores que cada año disfrutan en ellas”.