El hospital Vall d’Hebron de Barcelona, con la colaboración de la Fundación “la Caixa”, ha inaugurado el espacio Com a casa, que dispone de doce habitaciones para familias con bebés prematuros o con patologías crónicas y complejas. Estamos acostumbrados a que los padres tengan que vivir estos difíciles momentos desde fuera, cuando está demostrado que disponer de un espacio propio fomenta su presencia, propicia el método canguro (piel con piel) y la lactancia materna, aumenta el bienestar y la intimidad de las familias y su implicación en los cuidados, y reduce las infecciones nosocomiales. En este espacio, no solo puede sino que se motiva para implicarse de forma directa. Se produce así una consecuencia inversamente proporcional: a mayor cercanía, menor tiempo de ingreso.

Una enfermera atiende a Alessa y a su madre en el nuevo espacio Com a casa

El espacio cuenta con una superficie de unos 450 m² y sus habitaciones cuentan con la tecnología necesaria para atender a bebés prematuros o con patología crónica. Todo en un ambiente de máxima comodidad, incluyendo sofá cama, butaca reclinable y frigorífico, además de un armario para dejar las pertenencias. Las habitaciones permiten el aislamiento sonoro del exterior y regular la intensidad de la luz, para poder favorecer el sueño de los bebés y su desarrollo neuronal. Disponen de un sistema de monitorización centralizada, desde donde el personal sanitario puede supervisar las constantes de los bebés y las imágenes que facilitan las cámaras instaladas en el interior de las habitaciones a través de pantallas sin tener que entrar e interrumpir el descanso familiar. Cuentan con dos ambientes diferenciados por el tipo de pavimento, con una zona de parqué dedicada más al descanso de los padres, con los mencionados sofás y lámparas con luz regulable, y otra parte donde se sitúa la cuna o la incubadora de los bebés, un ordenador para el trabajo del personal de enfermería y la toma de aire, oxígeno y vacío. Además, se reduce el riesgo de infecciones intrahospitalarias gracias a que las familias disponen de un espacio privado. Hay que tener en cuenta que algunos bebés tienen que permanecer días, y hasta meses, de ahí la importancia de un espacio como este, que sitúa al bebé y a su familia en el centro de la atención hospitalaria.

Carlota y su familia en la habitación

El doctor Félix del Castillo, jefe del Servicio de Neonatología de Vall d’Hebron, dirigió una tesis que demostró que, cuando estaban en método canguro, algo que fomenta este espacio, los bebés prematuros disminuían las apneas y braquicardias, se reducía la aportación de oxígeno que necesitaban y precisaban menos sedación farmacológica. Aquí, los padres pueden pasar muchas horas con sus hijos, y además tienen mayor posibilidad de recibir la educación sanitaria necesaria para aprender los cuidados que requieren sus niños.

La Fundación ”la Caixa” ha colaborado a partir de la campaña Amb tu, com a casa, que se puso en marcha el 2017 impulsada por la familia Álvaro, un niño que pasó sus primeros tres meses de vida en el Servicio de Neonatología de Vall d’Hebron, nacido con solo 25 semanas de gestación y 650 gramos. El resultado es que este espacio es ya una realidad.