No es un secreto las zonas verdes en entornos urbanos combaten la contaminación y regulan la temperatura. También sabemos que mejoran la salud general de las personas y, como efecto colateral, fomentan la actividad física. Lo que no sabíamos es que plantar un árbol podía salvar vidas casi de forma directa, y es lo que se desprende de un estudio codirigido por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación "la Caixa", y el Servicio Forestal del USDA.

No se trata de un estudio al uso, sino que se basa en un proceso de más de 30 años, que fue cuando la organización Friends of Trees empezó a plantar árboles, en total unos 50 mil, en las calles de Portland, en Estados Unidos. Lo que muestra la  investigación es que es que cada árbol plantado se asocia con una reducción de la mortalidad no accidental, en un 20%, nada menos, y cardiovascular, en un 6%. Como corolario, los investigadores consideran que los beneficios económicos de plantar árboles superan ampliamente el coste de su mantenimiento. En concreto, plantar un árbol en alguna de las 140 zonas censales de Portland oscilaría entre 3.000 y 13.000 dólares, pero a su vez generaría unos 14,2 millones de dólares anuales en vidas salvadas.

Vista del skyline de Portland © Nyokki Shutterstock

Del análisis de los resultados del estudio se desprende que en los barrios donde se habían plantado más árboles, las tasas de mortalidad se reducían drásticamente, fundamentalmente en hombres y en personas mayores de 65 años. Pero no solo eso, también es importante el respetar la vida de esos árboles maduros, ya que cuantos más años tienen los árboles, mayor es su influencia en la reducción de la mortalidad. Es decir, los árboles más viejos se asocian a una mayor disminución de decesos. Esto podría deberse a que los árboles mayores absorben mejor la contaminación del aire, moderan más las temperaturas y reducen mejor la contaminación acústica.

Geoffrey H. Donovan, del Servicio Forestal del USDA y primer autor del estudio, asegura que los resultados proporcionan “una sólida base científica para guiar intervenciones tangibles (por ejemplo, la plantación de árboles) destinadas a aumentar la longevidad de los residentes urbanos”.