La situación de crisis sanitaria que vive A Mariña lucense, parece que en las últimas horas ha ofrecido cierta tregua al Gobierno gallego, a tenor de los datos de contagios que ofrece el Sergas (Servizo Galego de Saúde). Hoy, ha hablado de mejoría notable por el ligero descenso en el incremento de afectados. Todos los focos están puestos ahora mismo sobre el presidente en funciones de la Xunta que, como está sucediendo en otras regiones como Andalucía, está siendo acusado de falta de transparencia en la gestión de los rebrotes.

Algunos alcaldes de la zona han pedido a Alberto Núñez Feijóo el aplazamiento de las elecciones del domingo en la zona puesto que, a su juicio, no existen las medidas de seguridad sanitaria necesarias para que se desarrollen con normalidad.

Precisamente, los cinco días que la Xunta de Galicia ha decretado como cierre ha provocado que se alcen las voces contrarias de científicos y especialistas en salud pública. El motivo es que esas escasas jornadas de cierre no entran en los criterios de cuarentena que marcan los expertos en la materia. Se compara, salvando las distancias, con las medidas adoptadas en Lleida, donde las salidas y entradas a las zonas afectadas se prolongarán, como mínimo, durante dos semanas.

La respuesta a esto es el repliegue a favor del aspirante ‘popular’ que se ejecuta desde diferentes sectores. Por una parte, el político, con representantes de su formación alabando las bondades de su gestión de 11 años al frente del Gobierno gallego; por otra el mediático, con prensa, radio y televisión afines que, a la vez que denigran un posible ejecutivo de izquierdas, llegan a comparar a Feijóo con Manuel Fraga.

Esta misma mañana, tras la reunión con el comité clínico de expertos sanitarios creado por la Xunta para abordar los rebrotes del coronavirus y, en particular, lo que ocurre en esta parte de la provincia de Lugo, Alberto Núñez Feijóo compareció ante los medios para llamar a la calma. No hizo anuncio alguno acerca de una suspensión electoral total o en la zona, y después aprovechó para volver a cargar contra los partidos de la oposición y contrincantes políticos, a los que acusó de recurrir al miedo.

El presidente gallego en funciones ha olvidado la estrategia de calma y diálogo de la que hoy mismo hace gala en una entrevista en El País, para pasar al ataque y recordar las formas que el líder de su formación, Pablo Casado, ha mantenido contra el jefe del ejecutivo central, Pedro Sánchez, durante los meses de Estado de Alarma.

"Mejoría notable"

Tras la reunión del comité, informó de que "si los datos y la situación epidemiológica refleja una mejoría notable", la estrategia siguiente será "valorar la posibilidad de disminuir el confinamiento de los municipios", danto paso a una especie de transición hasta alcanzar la situación del resto de Galicia. Siguiendo con esta visión positiva, desde la Xunta también señalaron que en la actualidad de los 121 contagiados, el 95% se encuentran en sus viviendas y casi sin síntomas.

A pesar de ese llamamiento a la tranquilidad y de que las encuestas le son muy favorables, su insistencia desde días antes de que se tomasen medidas drásticas en A Mariña en lo seguro que es ir a votar, llama mucho la atención entre el resto de candidatos tal y como ahora se han desarrollado los acontecimientos.

Feijóo, ayer mismo, en un acto de campaña llegó a asegurar que ir a votar el 12 de julio es tan seguro, "en rigor, como ir a una farmacia”. Incluso, desde la administración autonómica, se ha creado una especie de órgano encargado de velar por la seguridad sanitaria de los colegios electorales repartidos por toda la Comunidad Autónoma. Esta semana, se han celebrado varias visitas con los medios a otros centros de votación para demostrar esa seguridad y las medidas que se están adoptando. 

El resto de aspirantes, sin embargo, no lo ven tan claro y empiezan a preguntarse si la transparencia de la que hace gala el ‘popular’ y que siempre reclamó a Moncloa es real o solo una pose. En palabras del candidato socialista, Gonzalo Caballero, un confinamiento de cinco días “carece de base sanitaria o epidemiológica”, lo que le lleva a sospechar que, después de levantarlo para las elecciones, “volverá a establecer el confinamiento” en A Mariña.

La palabra improvisación empieza a aparecer con mucha frecuencia en el vocabulario de campaña, así como la inquietud por un rebrote que podría ir a más en un área que en las últimas semanas ya estaba siendo noticia por cuestiones económicas.

Esta mañana, poco antes de la comparecencia de Feijóo tras la reunión del comité sanitario, María Loureiro, alcaldesa de Viveiro, municipio más poblado de A Mariña, abogaba por el “aplazamiento” de las elecciones del próximo domingo. “No estamos en una situación normal”, dijo con temor, para añadir que “hay una preocupación generalizada”, confesando que muchos vecinos ya le han comentado que no votarán porque “tienen miedo”. Quienes no podrán ir con seguridad serán los que den positivo por COVID-19 en las pruebas.

Hoy martes, el Sergas informó de que en Galicia hay 256 casos activos por coronavirus. De ellos, 151 en la provincia de Lugo de los que 121, la mayoría, se contabilizan en A Mariña.