La mañana del 4 de marzo amanecía nublada para Mónica Oltra y Compromís. La nube del adelanto electoral llevaba días sobrevolando la ciudad de Valencia pero no terminaba de descargar la tormenta, o eso les hizo creer el PSPV. El problema para la formación de Oltra fue que el propio PSPV de Ximo Puig ya había cerrado el viernes el adelanto electoral y el domingo, el pleno del Consell de este lunes que conllevaría dicho avance.

Es más, el domingo sometieron, en el Palau de la Generalitat, a un tercer grado al único conseller socialista que no estaba de acuerdo con el adelanto, según pudo saber ElPlural.com de fuentes socialistas. Eso sí, nadie del entorno de Puig avisó a Oltra de eso.

Así, este lunes, el presidente Puig, que ya había decidido encomendarse al arrastre electoral de Pedro Sánchez y al CIS de Tezanos como única forma de parar un posible sorpasso de Oltra, convocó a la vicepresidenta a las 11:00 horas de la mañana. Pero ni siquiera tuvo la lealtad institucional de llamar en persona y la citación se realizó de gabinete a gabinete, hecho que no sentó nada bien en el entorno de Compromís.

A la salida del cónclave, a las doce y media del mediodía, Oltra dijo que el presidente no le había dicho si iba o no a adelantar las elecciones, pero que “ella sería la primera en saberlo”.  Tres horas después, a las tres y media, Puig citaba a su vicepresidenta a un pleno extraordinario del Consell. El motivo, evidente, adelantar las elecciones. Así, por fin, Oltra fue citada para algo que sabía medio PSPV pero no sus socios de gobierno.

Bronca

Fue en ese momento cuando las conversaciones se tornaron en una bronca monumental. De hecho, las fuentes socialistas consultadas, y el propio presidente en rueda de prensa, salieron a decir que era una forma de singularizar las elecciones para los valencianos, y que no había habido votación del Consell formal.

Pero, ante el titular de Puig de singularizar las elecciones, Oltra contestó que “no singulariza las elecciones valencianas para el futuro” puesto que nada había cambiado desde la última vez que habló de este tema con el presidente Puig, el pasado 15 de febrero, cuando Pedro Sánchez anunció el adelanto de las elecciones generales. La bronca estaba servida.

Es más, por primera vez en la historia, un miembro del Consell explicó lo que se había votado y cómo en un pleno en rueda de prensa, pues Oltra dijo que Compromís votó en contra del adelanto. Y ante la interpelación de la prensa sobre el hecho de que Puig hubiera dicho que no había sido voto formal, Oltra espetó muy enfadada que “si votar es levantar la mano, volvemos ahora mismo al Palau que solo hay hasta allí 30 segundos”.

Sorpasso

Según las fuentes consultadas por este periódico, los motivos principales de Puig para adelantar los comicios son que, por un lado, las encuestas internas que el PSOE maneja en Ferraz, le dan el número suficiente de diputados a Sánchez como para poder “hacer pesca de arrastre” en la Comunidad Valenciana. Eso implicaría evitar un posible sorpasso de Oltra derivado de la más que posible imposibilidad de formar gobierno de Sánchez pese a ser el más votado.

Y por otro, estaría el hecho más que posible de un descalabro electoral de la coalición Podemos/Izquierda Unida. Las encuestas internas de Puig dejaban muy en el aire que estos partidos superaran la barrera del cinco por ciento que le daría derecho a diputados si las elecciones se celebraban en mayo y ese ha sido otro de los motivos reales del adelanto. Esta segunda parte fue la “labor humanitaria” que desde el Palau de la Generalitat se vendió este lunes a los medios.

Jurídico

Por último, y más allá del plano político, quedaría el hecho de si el presidente tenía potestad y mando en plaza con un empate técnico en el pleno del Consell. Un informe jurídico, que le fue entregado a Compromís a menos de media hora del cónclave, afirma que sí. Sin embargo, la vicepresidenta Oltra informó durante el pleno que no está de acuerdo con ello y expuso una argumentación jurídica.

Aunque también es cierto que desde la formación que lidera Oltra afirmaron que no se hará casus belli de este hecho. Por tanto, y salvo novedad jurídica de última hora, las elecciones al parlamento valenciano se celebrarán el mismo día que las generales. Aunque lo único que es bien cierto, tras la bronca de los socios de gobierno, es el hecho de que el bloque de derechas (Ciudadanos, Vox y PPCV) se están frotando las manos y viendo la senda a la Presidencia de la Generalitat.