El procurador del PSOE de Castilla y León, José Luis Vázquez, ha puesto en marcha la máquina de la ironía para hablar de las “oficinas antiokupación” anunciadas por el presidente del Gobierno Autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, en la campaña de las elecciones municipales del pasado año que, según afirma, “no han recibido ninguna queja”, a pesar de “la realidad asoladora” de la ocupación que el PP describió en la Comunidad.

Mañueco anunció la creación de estas oficinas el 18 de mayo de 2023, durante un acto en Salamanca en el que estuvo acompañado del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y durante el que afirmó que con ellas se trataba de "cuidar y proteger a todos los propietarios y luchar contra algo que tenemos que erradicar en nuestra comunidad y en todo el país”.

“Según la forma de gobernar del presidente Sánchez”, dijo Mañueco, “la nueva Ley de Vivienda parece que se preocupa más de quienes ocupan las viviendas que de la propiedad”, al tiempo que anunciaba la puesta en marcha de oficinas en las nueve provincias, en acuerdo con las Cámaras de la Propiedad.

141 consultas, cero denuncias

Transcurridos estos meses de rodaje desde aquel anuncio electoral que generó numerosos titulares, el PSOE acusa a la Junta de “desleal”, de no ser capaz de “gestionar en tiempo y forma” los fondos para vivienda transferidos por el Gobierno de España a la Comunidad y de “tomar decisiones carentes de fundamento y rigor como las oficinas antiokupa”. 

"Ante una realidad tan asoladora de ocupación de vivienda en Castilla y León, la Junta ha recogido ninguna queja en ninguna de las oficinas”, ironiza Vázquez, quien considera “normal que estas oficinas no supongan ningún coste, como dice la Junta, porque las oficinas de vivienda están desmanteladas en todas las delegaciones  provinciales".

A las manifestaciones del procurador socialista contrapone los datos María Pardo, desde la Dirección General de Vivienda del Gobierno Autonómico: a 16 de enero de 2024, las oficinas han registrado en total 141 consultas desde su creación (2 en Ávila, 6 en Salamanca, 8 en Palencia o Segovia y sólo por encima de 20 en Soria, Zamora y Valladolid).

Pardo afirma que no era su objetivo recabar “quejas” sino facilitar información, explica, a “pequeños ahorradores con segundas viviendas que tenían miedo, que estaban preocupados y no sabían qué debían hacer”.

En este sentido, las consultas, señala a elPlural.com, giran en torno a la prevención, problemas con el SAREB por “su inacción”, falta de herramientas de las comunidades de propietarios en situaciones de ocupación ilegal o casos de arrendadores que buscaban soluciones alternativas al desahucio por falta de pago “ante la falta de agilidad de los juzgados”.

La preocupación de los españoles

Cabe preguntarse, en todo caso, acerca de ese “miedo” o esa “preocupación” de los españoles en torno a la ocupación de viviendas que lanzó a Mañueco a la promesa electoral a instancias de Vox, que lo planteó en las Cortes abanderando la necesidad de “protección y garantía” del derecho a la propiedad privada. “El fenómeno de la ocupación representa un ataque frontal a los derechos y principios constitucionales, ante el que los poderes públicos no pueden permanecer pasivos”, decía el Gobierno de Mañueco.

Pero ¿qué hay de real en la supuesta amenaza, y qué lugar ocupa este asunto en la preocupación de los españoles? Para responder a la segunda cuestión pueden revisarse los barómetros de opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas, empezando por el de aquel mes de mayo de 2023, mes electoral, para el que el CIS realizó 4.030 entrevistas en 1.203 municipios.

En el avance de resultados, cuando a los encuestados se les hizo la pregunta: “¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España?”, la ocupación de viviendas aparece en el puesto número 33 de una lista de 64 que lideran la crisis económica, el paro, los problemas políticos en general y la sanidad.

Curiosamente, a principios de 2023, la ocupación figuraba en el puesto 53, es decir, veinte puestos más abajo en la tabla de problemas de los españoles, y caía aún más si se les preguntaba sobre la preocupación que más les afectaba personalmente: al puesto 61 de un total de 66, con un porcentaje ínfimo (el 0,1%) de partidarios entre los encuestados.

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