Este jueves, 12 de diciembre, el Hospital de Verín ha atendido el primer parto desde que la Xunta cerrara el paritorio. Una decisión que ha generado una enorme controversia en Galicia y, por supuesto, en la localidad ourensana.

Una mujer llegó de madrugada al Hospital de Verín con dilatación avanzada. El ginecólogo de guardia del centro hospitalario, Javier Castrillo, tomó la decisión de no trasladarla a Ourense “por seguridad”. Así lo ha reconocido el médico en una entrevista concedida a la Cadena SER.

Por seguridad se decidió que el parto se hiciera en Verín porque había probabilidades suficientes como para que pariera en el camino y esa es una circunstancia que hay que evitar”, detalló el ginecólogo de guardia.

Castrillo, desde ese momento, estuvo buscando a un pediatra durante más de dos horas para el alumbramiento. La gerencia de Ourense aceptó las peticiones del ginecólogo de guardia de Verín. Sin embargo, al cabo de un rato cambiaron de opinión y avisaron al facultativo de que “él era el responsable de lo que pudiera pasar”.

Esto propició que el galeno se pusiera en contacto con el juzgado. “Llamé para ponerle en conocimiento mi situación”, recordaba Castrillejo, quien asegura que “me dio las instrucciones de lo que tenía que hacer para no incurrir en temas de responsabilidad”.

Finalmente, el gerente de Verín le confirmó que trasladarían a un pediatra desde Ourense y llegó a tiempo para asistir al parto. Poco antes de las siete de la mañana, un niño de 3.400 kilogramos veía la luz.