Mónica García ha cargado contra el eurodiputado de Vox, Hermann Terstch, después de su intervención online en el Parlamento Europeo, grabándose con una cámara desde un restaurante en el que le pedían que se callara y que dejara de hablar de política.

Tertsch se convertía este lunes en trending topic por la situación que estaba viviendo. Mientras él hablaba sobre política en la comisión de Peticiones de la Cámara europea, otras personas le pedían "por favor", que se marchara del establecimiento o a otra zona.

Algo que, según revelaba el propio Tertsch en redes sociales, se produjo porque tuvo que parar en un restaurante para aprovechar su señal de internet y poder conectarse: "¿Algún problema por usar un restaurante para encontrar un wifi para hacer una intervención en medio de un viaje de San Sebastián a Madrid?".

Pese a las críticas, el europarlamentario de Vox intervino en la sesión con su discurso habitual: "¿Cómo se puede hablar de libertad si se apedrean las casas de los que piden ser educados en español? Ya basta de adoctrinamiento, ya basta de políticos separatistas mutilando la lengua de nuestros hijos. Ya basta de apartheids".

Mónica García ha hecho referencia a lo ocurrido y ha criticado el trabajo del eurodiputado de la formación de extrema derecha: "Hermann Tertsch, representante del partido más vago de España intentando serlo también del Parlamento Europeo".

Unas palabras a las que tanto el europarlamentario de Vox, como el portavoz del partido de Santiago Abascal, Jorge Buxadé, utilizaron para criticar duramente a la portavoz de Más Madrid: "Aquí, un ser inane, contra mi amigo Hermann Tertsch. Ni en 20 vidas podrás trabajar lo que Hermann ha currado".

"Tú sigue traicionando a las clases populares de España. ¿Nervios en São Paulo? ¿En Davos? Se os acaba el chollo, a ti y a tu ideología asesina y chupóptera", ha señalado Buxadé en un mensaje compartido desde su cuenta oficial de Twitter.

Tras él, Hermann Tertsch ha proseguido con los reproches contra Mónica García y ha asegurado que "hay que tener momentos como estos para confirmar con satisfacción que la amable y deliciosa ninfa comunista no es precisamente muy amiga mía".