Una treintena de dirigentes del Partido Popular de Toledo, con su presidente regional a la cabeza, Francisco Núñez, se desplazó en la mañana de ayer hasta la estación de Adif, en la localidad toledana de Torrijos, en cuyas inmediaciones descarriló el lunes un tren que cubría el trayecto Madrid-Zafra, para protestar por este suceso que afortunadamente no causó daños personales a ninguno de los 33 pasajeros que viajaban este lunes con dirección a la ciudad extremeña. Para el presidente del PP de Castilla-La Mancha, “la línea ferroviaria Madrid-Extremadura es absolutamente obsoleta”, a la vez que acusaba al Gobierno de la nación de “irresponsable por no trabajar para garantizar la seguridad de los pasajeros y una comunicación moderna y del siglo XXI".

Francisco Núñez aprovechaba la ocasión para informar a los medios de comunicación de que este sábado, 19 de enero, se reunirá con su homólogo extremeño, José Antonio Monago, para presentar una batería de medidas conjuntas al Gobierno de España con el objetivo de dar “una solución definitiva” a la situación de la línea de ferrocarril que conecta Madrid con Extremadura y que recorre parte de la provincia de Toledo, mientras que el alcalde de Talavera de la Reina, Jaime Ramos, cargaba tintas contra el Ejecutivo de Sánchez y ya de paso contra el presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, a los que responsabilizó del descarrilamiento, asegurando que “es una más del tren de la vergüenza" y ha coincidido con Núñez en que la inversión presupuestada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez en la materia es “inaceptable”, declaraciones recogidas por Europa Press.

A la misma hora y paralelamente al show mediático montado por el PP castellano-manchego, Adif anunciaba mediante un comunicado oficial la presentación de una denuncia ante la Guardia Civil de Torrijos por un presunto delito de creación de grave riesgo para la circulación ferroviaria. Tras la correspondiente investigación, se ha determinado que el descarrilamiento del tren se debió a la colocación de un fragmento de carril, de aproximadamente 70 cm de longitud, en la caja de la vía.

La Guardia Civil habla de sabotaje

Investigaciones que acreditan evidencias de que dicho fragmento se colocó intencionadamente en el contracarril de un cruzamiento (aparato que permite la bifurcación de una vía). De este modo, al paso del tren el fragmento hizo un efecto de cuña sobre los raíles, provocando su rotura y el consiguiente descarrilamiento del primer eje del tren. El tren circulaba en ese momento a 150 km/h, conforme a los límites de velocidad establecidos para este punto. Se da la circunstancia que este tramo ha sido objeto de diversos trabajos de mantenimiento preventivo en los últimos años.

El PP enmudeció y ninguno de los presentes en la concentración quiso salir al paso después de la denuncia de Adif. Y mucho menos tras conocer que la Guardia Civil maneja como hipótesis más probable que hubo intencionalidad en el descarrilamiento,  que se suma, según fuentes del Instituto Armado, a otros cuatro pequeños incidentes ocurridos en los últimos quince días en líneas de la red ferroviaria de Extremadura, que también está investigando la Guardia Civil. Se trata de obstáculos colocados, como vigas de madera, en algunos puntos de la línea férrea extremeña, donde también han aparecido neumáticos ardiendo, que no han causado problemas. 

Un tramo ferroviario, entre las localidades de Rielves y Torrijos, muy concurrido en la década de 2002 a 2012 por los seguidores de las grandes fiestas organizadas por la discoteca Radical. Seguidores que no dudaban en accionar la alarma del tren para que el convoy se parara justo en frente de la discoteca y ahorrar así el trayecto desde la estación hasta el descampado donde esta instalación juvenil congregaba a miles de personas todos los fines de semana.

Indignación socialista

Quienes sí han aprovechado el ridículo del PP y el oportunismo de sus representantes ha sido el PSOE de Castilla-La Mancha, que en declaraciones a ELPLURAL.COM de su vicesecretaria y portavoz regional, Cristina Maestre, ha calificado como de “sumamente vergonzoso” que Francisco Núñez se haya ido hoy a la localidad de Torrijos “para hacerse una fotografía y criticar las inversiones del Estado en esta línea y en nuestra región”. Y es que durante los siete años de Gobierno de Mariano Rajoy este era el tren de Extremadura, para pasar a llamarse en solo siete meses, justo el tiempo que lleva Pedro Sánchez en Moncloa, “el tren de la vergüenza”.

Para Maestre, lo que debería explicar Núñez a los ciudadanos de este municipio y a los del resto de la región “es que esa línea que ahora tanto critica tan solo recibió 6.000 euros de inversión el pasado año, cuando gobernaba Rajoy, y que, en tan solo 6 meses el gobierno de Sánchez, ya se han invertido 40 millones de euros y tiene previsto invertir otros 67 millones de euros a través de los presupuestos del Estado de este año”.

El PSOE extremeño también ha salido al paso a través de su portavoz,  Juan Antonio González, exigiendo a Renfe y a Adif que se abra una investigación “urgente” sobre lo que está ocurriendo en la línea ferroviaria Madrid-Badajoz, tras este nuevo “sabotaje” porque, “parece ser que no es el primero que se ha producido”, ha dicho. González ha calificado estos hechos de “más graves” que los incidentes anteriores de los trenes extremeños y ha recalcado que, en democracia, “se pueden hacer todas las reivindicaciones del mundo” pero “no se pueden hacer sabotajes a servicios públicos que puedan poner en riesgo la vida de 33 personas”.