Tres de los cinco alcaldes que ha tenido Alonsotegi, un municipio vizcaíno de 2.900 habitantes y pueblo natal de Íñigo Urkullu habrían cometido irregularidades relacionadas con el cobro de subvenciones públicas o prácticas similares, tal y como cuenta el diario El País.

El foco de los presuntos hechos se sitúa sobre tres de los cinco alcaldes que ha tenido  la localidad, todos ellos del PNV. Uno de ellos, José Luis Erezuma, ha admitido su implicación junto a un arquitecto municipal y dos empresarios de corrupción en un caso de fraude en el cobro de subvenciones públicas para llevar a cabo unas obras que nunca se realizaron. Además de él, deberán hablar ante la Justicia Aitor Santesteban y Gabino Martínez de Arenaza, predecesores al primero. Ambos habrían podido participar de tramas similares cuya pérdida económica se calcula en los 18 millones de euros, según EH Bildu.

El municipio es el natal del actual lehendakari, aunque él está empadronado y reside desde hace años en Durango. Alonsotegui ha sido históricamente feudo del PNV desde que se constituyó como municipio independiente en 1991, pero la formación ha ido perdiendo fuerza hasta ser superada en votos por Bildu en 2019.

La primera batalla fiscal se ha resuelto a favor de este último partido. Así las cosas, Erezuma ha tenido que admitir las irregularidades urbanísticas y el desvío de fondos mientras que los dos otros ediles iban a ser igualmente juzgados, pero alcanzaron un acuerdo con la Fiscalía un día antes de conocer la sentencia mediante el que aceptan una condena de dos años de cárcel, que no deberán cumplir al no contar con antecedentes penales. Se comprometen además a devolver los 681.400 euros defraudados y otros 200.000 de los intereses.