El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el líder del PSC, Salvador Illa, han coincidido este domingo en el homenaje al expresidente Lluís Companys en el cementerio de Montjuïc, donde han reivindicado su figura y su legado en el 83 aniversario de su ejecución por el franquismo. Ambos dirigentes han participado en la ofrenda floral ante la tumba de Companys, junto con otros representantes institucionales y políticos, y han hecho declaraciones a los medios de comunicación.

Aragonès ha reclamado al Estado que haga una "declaración institucional de desagravio" que restaure la figura de Companys, que reconozca la injusticia de su procesamiento, que ponga de manifiesto la ilegitimidad del órgano que lo juzgó y que declare expresamente la nulidad de su sentencia. El presidente catalán ha considerado que este acto sería un reconocimiento a toda una generación que defendió los derechos y libertades, la democracia y Cataluña, y que fue represaliada con cárcel, exilio o fusilamientos. "Gracias a su lucha, esfuerzo y perseverancia, hoy estamos aquí, continuando esta lucha con los mismos valores republicanos, el mismo compromiso con la igualdad de todas las personas, el mismo compromiso con la fraternidad de las personas y los pueblos, y con el mismo compromiso hacia la plena libertad de la nación catalana", ha afirmado.

Por su parte, Illa ha defendido que la negociación para la investidura del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, "le irá bien a España y le irá bien a Cataluña". El líder socialista ha dicho que su partido afronta esta negociación "difícil y compleja" con tranquilidad, serenidad, cautela y con las ideas claras porque responde a las peticiones de la ciudadanía. "La mayoría de la ciudadanía catalana y española pide que se trabaje para cuatro años más de políticas útiles, de políticas que resuelvan problemas, de políticas de avances sociales, y en eso estamos los socialistas", ha expresado. Illa ha criticado que "la derecha y la ultraderecha ofrecen un futuro construido sobre el miedo", frente a lo cual su partido plantea un futuro construido sobre la confianza, el diálogo y la resolución de problemas.

Asimismo, el diputado de Sumar-En Comú Podem en el Congreso, Gerardo Pisarello, ha asegurado que la mejor manera de homenajear a Companys es "alcanzar una investidura con unos mínimos democráticos". Para Pisarello, la investidura también debe tener "unos mínimos antifascistas, que eviten el retorno de las derechas exaltadas que en el pasado lo mataron, y que aún hoy lo calumnian", ha dicho en referencia a Companys. "Es nuestro reto, sabiendo que estas derechas continúan instaladas en un discurso de odio y de regresión social. Inquisidores ayer, inquisidores hoy, inquisidores siempre", ha advertido. En este sentido, ha recordado a Companys como "el presidente mártir de Catalunya, abogado de trabajadores y trabajadoras, crítico insobornable de la monarquía y partidario de un proyecto republicano construido fraternalmente con el resto de pueblos y gentes del Estado".

Por su parte, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha defendido su inocencia y ha denunciado una "persecución política" por parte del Estado. Borràs ha asegurado que el juicio es una "aberración judicial y democrática" que busca inhabilitarla y silenciar su voz. "No me han podido demostrar nada porque no hay nada que demostrar. He actuado siempre con honestidad, transparencia y legalidad", ha declarado. Borràs ha agradecido el apoyo de los partidos independentistas y ha reiterado su compromiso con la causa catalana. "No me rendiré, no me callaré, no me arrepentiré. Seguiré trabajando por la libertad de Cataluña y por la dignidad de sus instituciones", ha afirmado

El legado de Companys todavía perdura

Lluís Companys i Jover (1882-1940) fue un político y abogado español, de ideología catalanista y republicana, líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), ministro de Marina de España en 1933 y presidente de la Generalitat de Catalunya desde 1934 hasta 1940. Exiliado tras la Guerra Civil, fue capturado en Francia por la Gestapo, a petición de la policía franquista, y trasladado a España, donde fue torturado, sometido a un consejo de guerra y finalmente fusilado en el castillo de Montjuic. Fue el único presidente europeo elegido democráticamente fusilado por el fascismo.

Companys es considerado un héroe y un mártir del nacionalismo catalán por unos, y un político nefasto y un mito vacío por otros. Su figura ha sido objeto de numerosos homenajes y reconocimientos por parte de las instituciones catalanas y españolas. En 2003 se declaró nula su sentencia por parte del Tribunal Militar Territorial Segundo. En 2009 se le concedió la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo por parte del Gobierno autonómico madrileño. En 2010 se le otorgó el título póstumo de doctor honoris causa por parte de la Universidad Autónoma de Barcelona. En 2014 se le dedicó una plaza en París por parte del Ayuntamiento parisino.

Su legado político sigue vigente en el movimiento independentista catalán, que reivindica su memoria como símbolo de resistencia y lucha por la libertad. Su partido, ERC, es actualmente una fuerza decisiva tanto en el Parlament como en el Congreso. Su nombre está presente en calles, plazas, escuelas y monumentos de toda Cataluña. Su tumba en el cementerio de Montjuïc es lugar de peregrinación y homenaje cada 15 de octubre. Su frase final antes de ser fusilado, "Per Catalunya!", se ha convertido en un lema de movilización y reafirmación nacional.