El Partido Popular se basa en el argumento de “sacar a Burgos de la paralización socialista” y rubrica, con luz y taquígrafos, un “Pacto por Burgos” que deja en manos de Vox la Vicealcaldía, para el ultra Fernando Martínez-Acítores, y las áreas de Seguridad Ciudadana, Empleo e Industria, y Cultura y Educación, -en línea con lo que la formación de Abascal viene planteando a nivel nacional-, para añadir la capital burgalesa a la lista de acuerdos que, contra lo que dijo el propio presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, hurtan gobiernos a las listas más votadas.

La hasta ahora senadora residente en Madrid y que, gracias a este acuerdo derecha-ultraderecha, se convertirá en alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, desplazando al socialista Daniel de la Rosa, que obtuvo la mayoría de votos de los ciudadanos y ofreció al PP dejar el gobierno en sus manos para evitar la entrada de los ultras en el Ayuntamiento, ha calificado la firma del pacto de “un día importante para la ciudad que va a marcar el futuro de Burgos en los próximos cuatro años”, y ha puesto el acento en dos cuestiones: se trata de un pacto por la estabilidad y los resultados.

La ideología ultra llega a Burgos

Junto a proyectos de infraestructuras y dotaciones que PP y Vox consideran pendientes de ejecutar en Burgos, los firmantes del pacto subrayan actuaciones muy ligadas a la ideología ultra de los de Abascal, como la aprobación de un plan contra la okupación y apoyo a las víctimas, un Plan Integral de Apoyo Económico, Social y Cultural a la Familia, con especial atención a la natalidad, y “la incorporación de la perspectiva de familia en   la gestión y normativa municipales”.

No faltan en el programa la promesa de rebajas impositivas y de tasas, así como reducir al mínimo legal la Zona de Bajas Emisiones, un Plan de Seguridad Ciudadana con agentes a pie y de paisano por la noche, así como la creación de una unidad especial contra el vandalismo.  

Además, replican el discurso de Vox en el Gobierno de Mañueco de una “estructura municipal más austera y racional”, y, por supuesto, el impulso de la Feria Taurina de Burgos, “como gran valor cultural y económico”, subrayan.

“El gobierno de la normalidad”

La que será alcaldesa a partir del sábado afirmó que su objetivo es formar un “gobierno de la normalidad”, a lo que su próximo vicealcalde, Martínez-Acítores, añadió que el Ayuntamiento “era un caos”.

Ayala, que hasta que el presidente de la Junta rescató del Senado en Madrid, no ha vivido la oposición en el Ayuntamiento, acusó al equipo de gobierno socialista de falta de transparencia y de “gestión nefasta”.

Cabe recordar que la portavoz del Partido Popular en Burgos, Carolina Blasco, que llevó la oposición a De la Rosa en el último mandato y fue excluida de la lista del PP en el momento del aterrizaje de Ayala, se presentó el 28M con un partido de su creación, Decide Burgos, que cosechó únicamente 3.366 votos.

La lista más votada

29.626 votos consiguió el PSOE el 28 de mayo, frente a los 27.555 del PP, que sumados a los 10.786 de Vox, han sumado 11+4 concejales, frente a los 12 socialistas.

Preguntada sobre la propuesta de Feijóo de dejar gobernar a la lista más votada, Ayala afirmó que lo que propuso Feijóo fue un pacto a nivel nacional, asegurando que “el PSOE quiere estar sólo en la parte positiva de cuando le toca, cuando me favorezca una cosa, una cosa y cuando me favorezca otra, otra”.

“Llegamos al esperpento de que en unos sitios dicen que sí y en otros que no, y la LOREG marca que el día de la investidura se presentan candidatos y el más votado es el alcalde, así que”, concluyó, “lo que se dijo al principio estaba sometido a unas condiciones que no se han dado”.