Cartagena podría ser una localidad ingobernable el próximo 28 de mayo. Al menos, así lo deja ver la última encuesta realizada por GAD3 a pocos días de las elecciones, cuyos resultados no dan opciones de gobernar a la lista más votada (PP), a quien tampoco le bastaría el apoyo de un edil de sus todavía socios Sí Cartagena.

Así las cosas, por afinidad ideológica, lo esperable sería que los populares se abrieran a un pacto con la extrema derecha en el que intentaran incluir a Sí Cartagena. No es ni mucho menos una tarea sencilla, pero la formación conservadora tiene pocas opciones más de alcanzar gobierno.

En números, el partido que a nivel nacional lidera Alberto Núñez Feijóo se lograría los nueve concejales -dos más que en 2019, mientras que Vox y PSOE conseguirían los cuatro,eso sí, con una estimación de voto ligeramente superior de la ultraderecha-. Por su parte, Movimiento Ciudadano (MC), de José López, estaría en los ocho; y Sí Cartagena -fundada por Ana Belén Castejón, que en los últimos comicios se presentó por el Partido Socialista- y Unidas Podemos entrarían con uno.

Antecedentes de acuerdos 

Al mismo tiempo, más allá de las cifras hay que destacar que las coaliciones en Cartagena se antojan complicadas, pero nunca imposibles, y es que el municipio tiene antecedentes de acuerdos difíciles entre formaciones. Basta con echar la vista a 2019 para comprobarlo.

Por aquel entonces, la candidata del PP y después alcaldesa, Noelia Arroyo, Castejón entonces en el PSOE y Manuel Padín -Ciudadanos-, pactaron in extremis para evitar que MC gobernara en minoría. La alianza, aunque pueda sonar sorpresiva, fue en ese momento justificada con la necesidad de dar estabilidad a una localidad que había sufrido las consecuencias de los constantes escándalos y casos de corrupción por parte de José López durante sus años de alcalde. Ahora la tesitura de torna compleja para el PP, pues sus aspiraciones parece que podrían pasar por ese pacto a tres mencionado en las primeras líneas, el único que daría a la suma los 14 ediles en los que se sitúa la mayoría absoluta y que son necesarios para formar equipo de gobierno.

Este sondeo reciente pronostica lo que vienen evidenciando otros institutos demoscópicos como SigmaDos para el diario LA VERDAD el pasado mes de septiembre. Ese sondeo daba ocho o nueve ediles a PP; siete u ocho a MC, seis al PSOE; tres a Vox; dos a UP y dejaba sin opciones, lo mismo que éste, a Ciudadanos, que sigue su declive. En ese momento Sí Cartagena acababa de constituirse y ni los socialistas ni la extrema derecha habían designado a sus candidatos.

El escenario también sitúa con pocas opciones a MC para que López vuelva a ser alcalde de Cartagena como ocurriera entre 2015 y 2017. Así las cosas, un pacto con la extrema derecha le dejaría con 12 concejales, a merced de los votos en contra del resto de partidos en cada pleno. Tampoco se antoja probable un acuerdo con PSOE y los concejales de la formación morada y de Sí Cartagena, habida cuenta de el precedente de encuentro entre López y Castejón no llegó a buen puerto.

Estimación de voto en Cartagena

En lo que respecta a los datos desde el punto de vista de la estimación de voto, los nueve concejales del PP dejarían al partido conservador en un 30,1%, casi cinco puntos más que en las elecciones de 2019, MC se quedaría con el 28,3% de los votos; Vox subiría 5,3 puntos -hasta el 13,3% y adelantaría al PSOE, aunque en términos reales la diferencia es por la mínima- y los socialistas -ahora con Manuel Torres García como candidato- se sitúan en un 13,2% de estimación de voto.

Por último, Unidas Podemos sería elegida por un 5,5% de los electores, lo que le daría representación, y Sí Cartagena entraría en el parlamento municipal con el 5,1% de los votos.

Trasvase de votos

Si se fija la mirada en el trasvase de votos, MC se postula como el partido con más fidelidad entre los votantes a una formación, de manera que el 84% de sus electores optarían por la misma opción. Mientras tanto, PP y Vox se garantizarían el 63% de las papeletas, el PSOE el 45% y los morados, el 32%.

Con todo, la mayor transferencia de votos es hacia el PP y guarda relación directa con la deriva naranja, de manera que el 68% de quienes eligieron a Ciudadanos hace cuatro años votarían ahora por la formación de Arroyo. De ellos, solo un 11% repetiría, otro 11% votaría en blanco y hay un porcentaje alto de indecisos. Asimismo, el PP recibiría un 24% de votos de antiguos electores de Vox y un 8% de MC.