La izquierda madrileña ha tachado de "maltrato" la situación que viven los mayores en las residencias madrileñas después de conocer que la Comunidad de Madrid vaya a prorrogar el contrato a a Plataforma FEMAR, protagonista de suministrar a las residencias y centros de menores alimentos como chorizo con listeria, jamón con moho, aceite en mal estado o patatas podridas.

"La Plataforma FEMAR comenzó a suministrar alimentos a las residencias y centros de menores de la Comunidad de Madrid gracias a un contrato de septiembre de 2022 y que tiene una vigencia de 12 meses hasta septiembre de este mismo año", ha informado el vicepresidente y consejero de Educación y Universidades, Enrique Ossorio. "El contrato de alimentación en los centros residenciales del AMÁS (Agencia Madrileña de Atención Social) entró en vigor en septiembre del año 2022, tiene una duración de un año y podría recibir prórrogas hasta cuatro años. La prórroga que ahora se plantea es temporal y técnica", insistía asegurando que desde la Comunidad de Madrid quieren "mejorar la alimentación que reciben nuestros mayores y que por tanto están en las residencias". "Por eso velamos todos los días y queremos mejorarlo en el corto y el largo plazo", añadía el consejero.

La noticia no ha sentado bien en la oposición, que ha cargado duramente contra el Gobierno de la Comunidad de Madrid con la decisión. "Dice el vicepresidente Ossorio que prorrogar el contrato de comida de las residencias es una medida técnica. Le debe parecer que nuestros mayores coman patatas podridas es una cuestión técnica, o que tengan que comer pan con moho es una cuestión técnica", indica en declaraciones a ElPlural.com la líder de Más Madrid, Mónica García. "La salud de nuestros mayores no es técnica, es una cuestión trascendental. Y cuando lleguemos al gobierno el 28 de mayo vamos a corregir inmediatamente", añade.

Por su parte, el secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, recuerda las semanas que lleva tratando de que Ayuso rompa los contratos que suministran comida en mal estado a los mayores. "Ayuso está tratando a los mayores sin ningún tipo de respeto ni dignidad, dándoles comida podrida: patatas negras, pan con moho, chorizo con listeria", denuncia. "Hace 15 días exigí a Ayuso que paralizase estos contratos de la vergüenza de la comida basura de las residencias de la Comunidad de Madrid. Es indigno pretender renovar, 7 meses antes de que sea necesario y a las puertas de unas elecciones de cambio político, los contratos de la vergüenza", añade recordando que "querer dar 5 comidas al día con 4,6€ es totalmente denigrante".

En la misma línea se muestra la candidata de Unidas Podemos-Alianza Verde a la Asamblea, Alejandra Jacinto: "No se cansan ni en los últimos días de ser el Gobierno del maltrato".

"Prórroga temporal y técnica"

Aparte de elaborar un discurso en contra de la recién aprobada Ley de Universidades, Ossorio ha repetido varias ocasiones, y ante las preguntas de los medios, que la renovación del contrato será "temporal y técnico". Sin embargo, y por más que Ossorio ha insistido en que es una "prórroga temporal y técnica" en la práctica la Plataforma FEMAR, que acumula una ristra de polémicas por suministrar comida en mal estado, seguirá prestando servicio durante un tiempo indeterminado que ni el consejero ni la Comunidad de Madrid han especificado. "El contrato acaba en septiembre, es una prórroga temporal, técnica es porque es el procedimiento técnico que se puede hacer en este momento. Se adopta una prórroga temporal y técnica para mejorar, como hacemos siempre, el servicio de alimentación a los mayores", se explicaba el consejero, que tampoco ha sido capaz de asegurar si la Plataforma FEMAR ha sido sancionada. "Creo que sanciones se han puestos cuando se han detectado malos funcionamientos del contrato", indicaba.

"Lo que se hace ahora es, ese contrato empezó en septiembre de 2022, en septiembre de 2023 podría acabar o puede prorrogarse. La decisión que se ha tomado de naturaleza temporal y técnica es prorrogarlo. Pero les anuncio que estamos trabajando en las mejoras de las condiciones del sistema de suministro a las residencias", comentaba al respecto Ossorio.

Comida podrida y prohibida

El nuevo contrato anual en la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS) de FEMAR comenzó en septiembre. El organismo, dependiente de la Consejería de Políticas Sociales que gestiona 58 instalaciones en las que sirve comida, entre residencias de mayores, centros de menores, ocupacionales o para discapacitados, y comedores sociales. En total, son 50.000 menús diarios por una media de 5,37 euros al día por persona. Los 37 centros con capacidad para 5.235 personas que se adjudicó FEMAR son en total 9 residencias de mayores, 22 de menores y 6 centros sociales. Hasta entonces, se autoabastecían para dar de comer a los usarios.

La primera denuncia llegó en enero, cuando CC.OO se quejó de “mala calidad, estado pésimo y escasez” en las residencias infantiles. Un mes más tarde, en febrero, los hijos de los residentes del centro Francisco de Vitoria de Alcalá de Henares denunciaron que sus padres “pasan hambre”. Poco después el tema escaló a cuatro escuelas infantiles: Vallehermoso, El Valle, El Encinar y El Tomillar. La directora de este último centro hablaba de "centros locos" con “alimentos inadecuados, no recomendados o prohibidos” para niños de 0 a 3 años. De esta forma, se daba a menores de tres años productos como ensalada de canónigos con nueces, pasas y gambas; salmón y pipirrana.