El Ayuntamiento de Gualchos-Castell de Ferro, gobernado por la socialista Antonia María Antequera, ha condenado de forma tajante las actitudes racistas y de odio registradas en una de sus playas, donde un grupo de bañistas acosó y bloqueó a varias personas migrantes que habían llegado exhaustas en patera.

La actitud de este ayuntamiento granadino contrasta con la claramente racista del murciano de Jumilla vetando las instalaciones municipales para que la comunidad árabe celebre sus Fiesta del cordero. En los dos municipios gobiernan dos alcaldesas, pero la granadina, la solidaria, es del socialista y la murciana pertenece al Partido Popular. En Castell de Ferro Vox no obtuvo ningún concejal, mientras que en Jumilla la ultraderecha logró un acta de edil, clave para la gobernabilidad del municipio. En Castell de Ferro, se rigen por los derechos humanos y los defienden y en Jumilla los pisotean.

Las imágenes, que se han difundido masivamente en redes sociales, generaron una ola de indignación en todo el país. Desde el consistorio, la reacción ha sido clara: “Nuestro municipio es y seguirá siendo una tierra abierta, plural y solidaria. Rechazamos rotundamente cualquier discurso de odio, cualquier actitud racista o xenófoba”, señala el comunicado oficial.

El Ayuntamiento ha querido frenar las “interpretaciones interesadas” que circulan en redes, subrayando que en Castell de Ferro conviven personas de distintos orígenes, muchas de ellas migrantes que trabajan en el campo y en los invernaderos, contribuyendo al desarrollo económico y social de la zona.

“Quienes llegan a nuestras costas lo hacen empujados por la desesperación, jugándose la vida en busca de un futuro mejor. Respetamos la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero rechazamos cualquier menosprecio a la dignidad humana”, añade el texto, que también agradece el comportamiento respetuoso y solidario de la mayoría de bañistas presentes ese día.

Red Granadina por la Acogida: migrar no es un delito, ninguna persona es ilegal

La Red Granadina por la Acogida y el Refugio (Redgra) también ha expresado su preocupación por lo sucedido en la playa del Sotillo, donde nueve migrantes de origen magrebí —entre ellos un menor— fueron retenidos por bañistas hasta la llegada de las fuerzas de seguridad.

En un comunicado, la organización ha condenado “cualquier forma de violencia, racismo o criminalización de las personas migrantes” y ha advertido de que este tipo de episodios no son hechos aislados, sino síntomas de la “normalización del miedo y la desinformación” en torno a la migración.

Redgra ha defendido que “migrar no es un delito, ninguna persona es ilegal” y que las llegadas por mar responden a desigualdades estructurales globales. Por ello, reclama que la respuesta no sea la persecución, sino “la acogida, la asistencia y la protección de los derechos fundamentales”.

La organización pide una investigación exhaustiva de los hechos y políticas públicas que refuercen la empatía, el respeto y la inclusión. “Reafirmamos nuestro compromiso con una Granada solidaria, diversa y acogedora”, concluye la nota.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio