Este fin de semana se ha celebrado el Congreso del Partido Popular de Castilla y León, donde se ha ratificado a Alfonso Fernández Mañueco como líder de los conservadores en la región y, por supuesto, como candidato a la presidencia de la autonomía. Pero el cónclave, más allá del tradicional cierre de filas en torno al cabeza de lista y autoridad máxima de los populares castellanos y leoneses, el propio Mañueco desafió a Génova, con Casado de cuerpo presente, al incluir en su ejecutiva a un miembro purgado por la dirección nacional.

Pedro Viñarás era el gerente del partido en Castilla y León. Al menos fue así hasta que interfirió la dirección nacional del PP desde Madrid. Génova optó por cesar fulminantemente a este hombre de confianza de Mañueco. De hecho, su despido supuso una fuerte ruptura entre el barón y Pablo Casado. Tras esto, y con motivo del Congreso autonómico, Mañueco le ha reubicado en su ejecutiva ante la atenta mirada del presidente conservador y del resto de la cúpula, según ha avanzado El País

Esta es la segunda que Mañueco desafía a la cúpula nacional en defensa del histórico dirigente regional, a quien Génova purgó en su momento. El presidente de Castilla y León lo rescató tres meses después de su despido, sin previo aviso a la dirección nacional para reubicarlo como asesor del Grupo Parlamentario en las Cortes.

Génova entendió ese movimiento como una “deslealtad clara y manifiesta” de Mañueco y no dudó en tomar cartas en el asunto ,abriendo un expediente por falta muy grave al portavoz del PP en las Cortes, Raúl de la Hoz, que había firmado el contrato de Viñarás. Del expediente a De la Hoz no hay noticias. El proceso sigue abierto y con la amenaza de una suspensión de militancia e incluso una expulsión de la formación.

Mañueco ha dejado claro que no se doblega ante nadie y ha incluido a Viñarás en su flamante ejecutiva. Destacó su reincorporación delante de toda la plana mayor conservadora: “¡Muchas gracias, Pedro, por todo!”. Los vicesecretarios no aplaudieron las palabras de Mañueco, aunque en Génova prefieren no entrar en la provocación. Según El País, en el fuero interno del PP rechazan que se trate de una provocación y quitan importancia a la decisión de Mañueco.

Las tensiones durante este año se han repetido entre Génova y la sucursal castellano y leonesa, aunque ambas partes aseguran que la relación ha cambiado sobremanera y anteponen la campaña de las elecciones del próximo 13 de febrero a cualquier rencilla.