En un reciente artículo, el prestigioso medio británico The Guardian ha arremetido contra el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, por su controvertido modelo de gestión al frente del Ayuntamiento de la capital española. El artículo, que lleva la firma de la periodista Felicty Hughes, destaca la creciente oposición ciudadana a las políticas del alcalde, especialmente en lo que respecta a la reducción de la cobertura arbórea en la ciudad, un tema que ha suscitado protestas masivas y acalorados debates en las últimas semanas.
El reportaje, cuyo titular es ‘Los veranos en Madrid pueden ser brutalmente calurosos. ¿Por qué se talan tantos árboles?’, arranca con una vívida escena en la plaza de Santa Ana, donde Marisa Paredes, reconocida actriz española, se subió a un banco en plena ola de calor para pronunciar un apasionado discurso frente a 200 personas. Paredes, como muchos otros, acusó a Martínez-Almeida de estar llevando a cabo una “campaña concertada para despojar al centro de Madrid de sus árboles”, lo que ha desencadenado un fuerte malestar entre los vecinos.
El artículo de The Guardian no se limita a la anécdota, sino que ofrece una crítica profunda y detallada de la gestión del alcalde, comparándola con políticas similares adoptadas en ciudades como Sheffield, donde se desplegaron trabajadores armados con motosierras para talar árboles de madrugada. En Madrid, según el artículo, el problema ha llegado a su punto más crítico con la tala de más de 1.000 árboles para la construcción de una ampliación de una línea de metro, lo que generó una ola de protestas vecinales.
The Guardian subraya la importancia de la cobertura arbórea para mitigar las islas de calor urbanas, un problema que afecta gravemente a Madrid, especialmente durante los sofocantes veranos. El artículo menciona un estudio de la Unión Europea que indica que aumentar la cobertura arbórea en las ciudades podría salvar cientos de vidas cada verano, una medida que se vuelve aún más pertinente en un contexto donde las muertes por calor en Madrid aumentaron a 1.308 durante el verano de 2022.
Además de la cuestión medioambiental, el artículo denuncia que detrás de la tala de árboles y las remodelaciones urbanas en Madrid hay intereses económicos significativos, citando el caso del Grupo Ortiz, adjudicatario del contrato para la renovación del aparcamiento subterráneo bajo la plaza de Santa Ana. “En un centro de la ciudad donde los apartamentos turísticos hacen que los locales no puedan acceder al mercado inmobiliario, ¿quién necesita aparcamiento residencial?”, se pregunta la periodista.
Para muchos activistas, como Dolores Méndez de la organización No a la Tala, estas medidas forman parte de un plan más amplio para fomentar la gentrificación y el turismo a expensas de los residentes locales: “Detrás de todo esto hay dinero. El Gobierno de Madrid está haciendo todo lo posible para fomentar más gentrificación y más turismo, arrasando absolutamente todo”.
“La administración de Almeida parece estar contando con que los lugareños estén fuera para despojar a Santa Ana del 85% de su cobertura arbórea”, denuncia, por su parte, Hughes. “Sabemos que la cobertura arbórea salva vidas”, añade la periodista, insistiendo en la importancia vital de mantener los árboles en la ciudad, subrayando el impacto que tiene su eliminación en la salud pública, especialmente durante olas de calor extremas.
La crítica de The Guardian también aborda la represión a los activistas por parte de la administración local, mencionando las multas impuestas a aquellos que se oponen a la tala de árboles y la dura mano con la que el Ayuntamiento ha respondido a las protestas. A pesar de esto, el artículo cierra con una nota de esperanza, destacando la reciente paralización de las obras en la plaza de Santa Ana tras la resistencia organizada por los vecinos, un pequeño triunfo en una lucha que promete continuar.