Un hombre de 21 años fue detenido el miércoles pasado al considerarse como presunto autor de la agresión sexual que sufrió una mujer en Alcalá de Henares el pasado sábado 28 de junio. Los hechos ocurrieron en un camino de tierra al lado del Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de la localidad madrileña a las 19.00 horas. Al poco tiempo, un vecino pasaba cerca del lugar y pudo auxiliar a la víctima y llamar a la policía.
El detenido, un joven de 21 años originario de Mali, fue arrestado dentro del CAED, donde residía habitualmente. La operación fue llevada a cabo por la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de Madrid y Alcalá de Henares, en el marco de una investigación en la que han resultado clave las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia de la zona, según han señalado fuentes próximas al caso.
Por otro lado, alrededor de un centenar de personas se concentraron de manera no autorizada el martes en la Plaza de Cervantes de Alcalá de Henares para condenar la violación sufrida por la joven. Según el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín Aguirre, hay “información de varias movilizaciones que se están preparando en esta misma línea”, que ya dejó cuatro detenidos este miércoles.
El foco en el color de piel
Desde el PP de Madrid y el Gobierno regional se aprovechará para vincular la migración con la inseguridad. Tras los hechos, el partido de ultraderecha Vox ha solicitado el cierre del centro y, ratificándolo, la alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet aseguraba que lleva “pidiendo el cierre desde su apertura”.
Estas palabras de la alcaldesa, pudiendo relacionarse “bastante con el racismo”, tratan de hacer olvidar que 13 agresiones sexuales con penetración se dieron en esta localidad en 2004 sin importar ni mencionar el lugar de origen de los agresores. Ahora, al presentar ciertas características y un color de piel marcado por el presunto agresor, todas las alarmas se encienden, exigiendo incluso el cierre del centro que ha acogido a más de 10.000 personas en sus 18 meses de actividad.
Ante ello, Martín Aguirre ha exigido “responsabilidad, respeto y tolerancia” para evitar una mayor escalada y, además, que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, detenga de inmediato “el hostigamiento de su partido y su Gobierno a las personas migrantes”.
Le ruego que se interese por igual ante cualquier agresión sexual, con independencia del color de piel del agresor
El PP de Madrid es el es el único partido que no ha querido sentarse a analizar junto a la delegación del Gobierno de Madrid la evolución de la violencia sexual en la Comunidad de Madrid, definiendo su preocupación por el rechazo al migrante en casos de agresión sexual más que por el cuidado y protección de la víctima. “Confiamos en su rectificación” ha asegurado Martín Aguirre.
“El hostigamiento verbal permanente del PP de Madrid hacia los migrantes al final tiene su repercusión en las calles” asegura el delegado del Gobierno en Madrid. Esto se traduce en una persecución física como la que se pretendía hacer para llegar hasta las puertas del CAED de Alcalá de Henares. “Le exijo que condene la violencia y los ataques a la policía en Alcalá de Henares, y que haga un llamamiento urgente a la calma” le reclamaba a la presidenta de la Comunidad de Madrid.