A la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se le pueden hacer largos los días que quedan hasta las elecciones si los madrileños siguen dando ejemplo y haciendo visibles los problemas que sufren y las promesas incumplidas por parte del Consistorio regional. Desde luego, dignidad no les falta. Lo demostraron primero los profesionales de la salud, con varios encierros en la Consejería, la Asociación Vecinal de Manoteras y muchos centros médicos en los que algunos profesionales hicieron noche. Ahora ha sido el ámbito de la educación quien considera la medida como una de las pocas posibles para dar un toque de atención al Ejecutivo regional.

En concreto, se trata de los padres y alumnos del colegio público Yvonne Blake de Fuenlabrada quienes, con el apoyo de la oposición y sindicatos, se han echado los sacos y las mantas a las espaldas para pasar dentro del centro el fin de semana. La decisión se convirtió en una realidad el viernes por la tarde cuando un centenar de familias decidió que este fin de semana ni se quedaban en casa ni iban a ningún sitio distinto del que habían pasado la mayor parte de la semana.

Finalmente fueron unas 40 personas las que pernoctaron entre viernes y sábado. Organizadas muy bien todas ellas, se apuntaron desde los cánticos y el “ruido” que tenían que hacer -de padres a hijos- para ser escuchados, hasta la comida y los bienes de primera necesidad que iban a comprar para afrontar la jornada.

90 alumnos afectados

Han protestado por la ampliación prometida de las aulas de primaria que nunca llegó. El centro se anunció en un primer momento como colegio de infantil y de primaria, pero se inauguró únicamente con seis aulas para los pequeños de tres a cinco años, con la idea de que el resto de las clases se abrieran a medida que los niños se fueran haciendo mayor. La promesa quedó en agua de borrajas, y es que a día de hoy los afectados siguen esperando.

En un principio -2019- se levanta con un aulario de Infantil para cubrir las necesidades del barrio Vivero de la localidad madrileña y cuyos vecinos denuncian la misma problemática con un centro de salud. La población llevaba demandando esta necesidad educativa desde hacía cinco años y se atiende a sus súplicas: la primera fase de las obras se lleva a cabo.

Sin embargo, la ampliación pasa a ser otra cuestión. Esta se licita el 5 de octubre de 2021 para acoger a los alumnos que en el curso 2021-2022 daban el salto de infantil a Primaria. La actuación, cuentan fuentes conocedoras pasaban por aumentar el lugar “en 12 aulas, 4 aulas de desdoble y apoyo, otras específicas, biblioteca, gimnasio y pista deportiva”, pero en 2022 el lote procedente al centro “queda desierto”. ¿El resultado?, que este año los 49 estudiantes que pasen a 2º de primaria no tengan aulas, lo mismo que los 40 que entren en las clases de tres años. En total, cerca de 90 alumnos sin un lugar fijo en el que estudiar.

Solución temporal

La solución que dan desde la Consejería de Educación pasar por construir tres aulas en el comedor, una decisión que desde el equipo de Ayuso justifican solventando que el espacio lo permite, aunque tanto padres como sindicatos -Comisiones Obreras (CCOO) en este caso- consideran que se trata de una distorsión de la realidad: “Proponen deshabilitar el comedor para las cuatro aulas como solución temporal, pero hasta hoy no explican en qué condiciones se encuentra la licitación y la contracción de las obras anunciadas desde 2021”.

No explican en qué condiciones se encuentra la licitación y la contracción de las obras anunciadas en 2021

En la misma línea, añaden que no es solamente el espacio estrictamente educativo si se entienden como tal las aulas, sino que el centro carece asimismo de biblioteca, gimnasio o pista deportiva: “Y estos son solo algunos de los déficits que aparecen explicitados en la licitación publicada en el Portal de Contratación Pública, que no explican en qué condiciones se encuentra”.

Un centenar de casos con el PP

Desde el sindicato mencionado lamentan que el problema “no es nada nuevo ni un caso aislado” sino “uno de los instrumentos que utiliza el gobierno de Ayuso para reducir la oferta de educación pública y vulnerar el derecho a elegir de las familias que quieren elegir educación pública para sus hijos e hijas”. Isabel Galvín, portavoz de CCOO, explica que se registran al menos un centenar de casos similares al del Yvonne Blake en la última década de gobiernos populares.

Manifestación frente a las puertas

El encierro se vio complementado el pasado domingo por la manifestación de unas 300 personas frente a las puertas del colegio. La presidenta del AMPA, Gema Lizana, ha asegurado en declaraciones a los medios de comunicación que durante viernes y sábado la Consejería de Enrique Ossorio se había puesto en contacto con ellos para garantizarles que el aulario estaría terminado a lo largo del próximo curso.

No obstante, las necesidades de las familias pasan por un hecho mucho más inmediato que no les garantiza. “Necesitamos que esté terminado al inicio del curso”, responden contundentes. Hasta entonces, aseguran que van a “seguir luchando” para conseguir su objetivo y avisan de más movilizaciones.

Necesitamos que esté terminado al inicio del curso

 

El PSOE-M apoya a las familias

El secretario general del PSOE-M y candidato a la presidencia, Juan Lobato, estuvo presente en las reclamaciones de las familias. El responsable de los socialistas madrileños acudió para mostrar su apoyo a las familias y lamentó la gestión en este sentido de la Comunidad que hace que “muchos niños” estudien en “barracones”.

“El PSOE-M viene exigiendo durante toda esta legislatura la finalización de las obras, pero no hemos sido escuchados”, afea al PP mientras recuerda que el PSOE situará la educación pública “como verdadera prioridad” si sale elegido en las urnas.

En la movilización estuvo también el alcalde de Fuenlabrada y nuevamente candidato, Javier Ayala, quien calificó de “lamentable” que el Día de la Madre muchas de ellas “tengan que estar reivindicando”. “No puede ser que se construya este colegio por fases, ya dijimos que es un error”, asumía mientras se refería también a los “barracones” que hacía tiempo que no se veían en la ciudad.