Nuevo Pleno en la Asamblea de Madrid y otra polémica para la colección de Enrique Ossorio. El presidente de la Cámara regional ha pasado de Wagner al Teatro Real, esta vez, como recomendación para los miembros de la oposición al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. “Tienen que oír más música”, espetó el que fuera mano derecha de la presidenta autonómica a los partidos de la izquierda madrileña, incluyendo otras recomendaciones como el Festival de Arte Sacro o alguna propuesta musical del Teatro Real, para llegar “mucho más tranquilos” a las sesiones de control al Ejecutivo.

Así se ha dirigido al diputado de Más Madrid Hugo Martínez Abarca. El parlamentario de la formación regionalista aprovechaba su turno de intervención para instar al Ejecutivo autonómico a dejar de “mentir, insultar y convertir” la Asamblea de Madrid en “un nido de ponzoña”. Abarca afeó a Ayuso su gestión de las residencias durante los meses más duros de la pandemia del coronavirus, contrastándola con las palabras de la presidenta de este miércoles, cuando atacó al Gobierno central y a los partidos de “izquierda y ultraizquierda” de manipular y hacer política con las víctimas de una tragedia silenciosa. Para más inri, la jefa del Ejecutivo autonómico negó la cifra de fallecidos en los centros sociosanitarios en 2020; un número -7.291- que ella misma estipuló en su momento.

“¡Qué asco, señores del Partido Popular!”, remataba el diputado de Más Madrid, quien rápidamente se llevó la bronca del presidente de la Cámara autonómica. Enrique Ossorio, ex mano derecha de Isabel Díaz Ayuso en la pasada legislatura, replicó al opositor que debía de haberse ahorra esa última expresión; apelando a la pulcritud del lenguaje en un debate parlamentario. Por ello, y dirigiéndose a toda la bancada de la izquierda madrileña, ha pedido que “estén más tranquilos y no se pongan nerviosos”.

“Están muy nerviosos hoy, no sé qué les pasa. Tienen que oír más música. Ahora tienen el Festival de Arte Sacro de la Consejería de Cultura, vayan ahí o vayan al Teatro Real”, ironizaba con malicia el máximo responsable del principal órgano de gobierno de la Cámara autonómica, quien al mismo tiempo remataba con otro comentario cargado de malicia: “Estoy seguro de que van a venir aquí mucho más tranquilos”.

Del Teatro Real, a Wagner

No es el primer altercado que protagoniza Ossorio. El que fuera vicepresidente de Ayuso en la pasada legislatura es un sospechoso habitual en la dirección y el control de los plenos. No son pocos los enfrentamientos que tiene con -principalmente, por supuesto- diputados de la izquierda madrileña. Hace poco menos de un mes, aseguraba que los diputados del Partido Socialista y de Más Madrid “valen mucho” para las óperas de Wagner. “¡Qué nerviosos están!”, dijo entonces.

Hemos empezado con ganas el periodo de sesiones”, ironizaba la portavoz parlamentaria de Más Madrid, Manuela Bergerot, tras un Pleno de lo más bronco. Especialmente con el presidente de la Asamblea de Madrid, el popular Enrique Ossorio. El que fuera ex número dos de Ayuso en el Ejecutivo de la legislatura pasada, fue el protagonista en el regreso de la actividad parlamentaria al ejercer su autoridad con mano firme contra la oposición. No le tembló el pulso en llamar al orden e incluso quitar la palabra a tres diputados de la formación regionalista y a otro del PSOE-M. Su pecado, denunciar la gestión de la presidenta madrileña en las residencias de mayores durante la pandemia, hacer referencias a su presunto papel en la trama de las FP o incluso menciones a Miguel Ángel Rodríguez.

“No puede ser que el debate sea tan zafio”, interrumpía al diputado socialista Daniel Rubio cuando este calificó la gestión de los centros sociosanitarios de mayores como “criminal”. Pero no contento con eso, Ossorio aludió a una reunión que a su juicio justificaba todas sus actuaciones en el pleno: “Por unanimidad, todos los presidentes de partidos autonómicos acordaron que no se puede hablar de la labor de las mesas en los Plenos”. Así explicaba su posición, mientras la indignación en la bancada de la oposición crecía a cada palabra que salía de su boca.

El presidente de la Cámara regional, tras esta justificación, varió su excusa para cada una de las interrupciones que hizo a diputados de la oposición. En las filas de Más Madrid y el PSOE-M creen que la consigna era evitar que se hablara de cualquier tema incómodo para el Gobierno de la Comunidad de Madrid. "Le incomoda y, si se confirma lo que todos indicios apuntan, pues va a tener que responder ante los tribunales”, deslizaban desde el partido que dirige Mónica García tras el rifirrafe con el máximo responsable de la Mesa de la Asamblea.

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