La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se desplaza el próximo sábado a Nueva York en lo que será el tercer viaje en apenas dos años en el que la líder regional salte el charco hacia el país americano. Fuentes de Sol apuntan que se trata de un viaje para “seguir potenciando la marca de Madrid en el mundo” y que la máxima responsable del PP en la capital española se centrará en los aspectos económico, cultura y turístico.

La agenda que contempla la actividad de Ayuso entre los próximos sábado y martes buscará, destaca el partido, presentar las “oportunidades que ofrece la región” desde estos aspectos y para aquellos que quieren cursar estudios en español. No se sabe el coste que supondrá el viaje, ni lo fructífero que resultará para la Comunidad; tampoco se ha explicado por qué el PP ha elegido nuevamente este destino en lugar de otros igualmente interesantes dentro de Europa o Asia. Sin embargo, los antecedentes no dejan en muy buen lugar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, quien en 2021 se desplazó a Nueva York y Washington y en junio de 2022 hizo lo propio hacia Miami en lo que acabó siendo algo más simbólico que práctico.

Ya hubo marcha en Nueva York

Por partes, primero la líder de la región puso el foco en Nueva York en un trayecto que en el momento mismo de la estancia ya dio de qué hablar, pero cuya controversia fue a más con el paso del tiempo.

Así las cosas, entre las cuestiones que se pueden destacar de aquellos días resaltan que la lideresa y su equipo no escatimaron en críticas hacia el viaje de la ministra de Igualdad, Irene Montero, con algunas de sus asesoras principales para, en su caso, llevar a cabo reuniones sobre políticas feministas. La sorna se convirtió en tónica habitual dentro de la formación conservadora, pero la realidad se le volvió en contra, ya que las imágenes que tanto criticaron en la Gran Manzana cuando éstas estaban protagonizadas por miembros de Podemos, fueron similares a las que emularon la propia Ayuso junto a parte de su equipo; con una agenda mucha menos cerrada que la que llevaron a cabo las políticas moradas.

En otro orden de cosas, el viaje de la formación conservadora duró cinco días -el de Irene Montero había sido de tres- y costó más de 32.000 euros a las arcas públicas, según el portal de transparencia.

Cobertura mediática

No mucho más halagüeño resultó su desplazamiento a Miami, al verano siguiente. 7.000 kilómetros que dejaron imágenes que no pasaron desapercibidas como la de una rueda de prensa que solo cubrieron dos medios, precisamente afines con la presidenta -OkDiario y Telemadrid-, además de la Agencia EFE. La situación no había sido demasiado distinta en Washington y Nueva York, donde, en este caso; la presidenta estuvo la mayor parte del tiempo atendiendo a medios españoles, asimismo escasos.

Declaraciones polémicas al otro lado del charco

En la misma línea, Ayuso ha aprovechado los antecedentes para hacer la guerra cultural frente a la izquierda. En este sentido, la líder regional alargó su viaje a Miami para criticar el “comunismo” y defender un nuevo orden mundial “en torno a la Hispanidad” mientras se reunía con representantes de Universal y Sony para convertir Madrid en la capital de la música latina, visitaba una rotonda dedicada a la capital española o acudía a un partido de baseball. También sacó tiempo para conversar con hosteleros y empresarios.

La diferencia entre los lazos a establecer, al menos atendiendo a las instantáneas, entre la presidenta madrileña y el presidente de España, Pedro Sánchez, a quien no escatimó en críticas, resultaron abismales por aquel entonces; y es que la visita de la primera al país de Joe Biden coincidía con una rueda de prensa del líder de nuestro país, precisamente, con su homólogo de EEUU y con Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN. Mientras tanto, la presidenta se ha reunido asimismo durante sus trayectos con entidades afines a su ideología como el exalcalde neoyorquino Rudy Giuliani o el gobernador floridano Ron DeSantis, cercanos a Donald Trump.

A ello hay que sumar las controvertidas declaraciones que propició contra el secretario general de los socialistas, a quien tachó de “totalitario” durante un viaje que coincidía también en el tiempo con otros hechos sufridos dentro de la región como el cierre de las urgencias extrahospitalarias, que se convertiría en el talón de Aquiles de la presidenta -el clamor en la calle- aunque las urnas le dieran la victoria el pasado mes de mayo.

Ayuso ‘pregunta’ por las feministas en Palestina

En lo que respecta a la actualidad más inmediata, también en el contexto internacional, Ayuso ha criticado este martes la postura del Gobierno de España sobre el conflicto entre Israel y Palestina. Tras alumbrar la puerta del Sol con los colores de la bandera israelí, la líder regional ha emplazado al Ejecutivo a “condenar el terrorismo de Hamas” y estar a la altura de las “grandes democracias liberales”.

En ese sentido, ha defendido no querer “politizarlo todo” -a pesar de que la tendencia en su discurso de mueve en esta línea- y ha pronunciado nuevamente unas declaraciones polémicas: “No logro entender que no sean capaces de ponerse ni un solo momento de lado de las familias y condenen los ataques terroristas que han sufrido tantos civiles, gente inocente en estos días”, ha dicho para añadir que “entiende que aquellos que apalean policías, que revientan cajeros, que están con los de la kale borroca, que han secuestrado y han matado en su historia o quemado las calles en Cataluña no lo condenen”.

Y ha ido más allá: “No me quito de la cabeza los cuerpos de esas mujeres, de esas chicas jóvenes rotos, esas mujeres violadas, ensangrentadas que han expuesto y que han exhibido como trofeos durante estos días. Yo no sé dónde están esas feministas para ponerse de parte de ellas o para, por lo menos, recordar que eso no se puede tolerar. ¿Por qué había, además, chicas jóvenes en una fiesta a primera hora de la mañana? Básicamente, porque la mujer en Israel es libre, cosa que no ocurre al otro lado del muro por culpa del yihadismo”.