Currículums falsificados y engordados, estudios que nunca existieron y cursos a medida para justificar nombramientos en puestos de responsabilidad. Estos fenómenos se han convertido en protagonistas de la actualidad más reciente, llegando incluso a provocar dimisiones como la de Noelia Núñez (PP) o Ignacio Higuero (Vox), así como momentos de tensión con el consejero de Moreno Bonilla Tomás Burgos por haber mentido sobre su capacidad para ejercer la medicina. Pero no se trata de casos aislados, sino de una dinámica que nació hace treinta años con responsables y protagonistas claros y que hoy parece estar empezando a salir a la luz.

La falsificación de currículums en el seno del Partido Popular tiene su origen a mediados de los noventa, concretamente en 1995, cuando el ahora jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez, le pide a Graciano Palomo, entonces director de Relaciones Institucionales de la Universidad Europea, que le regale un título para que dejen de llamarle 'bachiller'. El propio Palomo ha contado estos hechos en uno de sus libros. Por aquel entonces, el acceso a internet era mucho más limitado que el actual, por lo que era mucho más complicado hacer las investigaciones y pesquisas periodísticas que se hacen hoy en día alrededor de cuestiones como esta, y por ende, mucho más difícil de descubrir cualquier irregularidad.

Este primer movimiento sirvió para sentar un precedente peligroso: falsificar estudios, obtener títulos de manera fraudulenta y crear chiringuitos académicos era mucho más sencillo de lo que parecía. En el seno del PP de Madrid, además, este proceso se institucionalizó por tres vías de diferente gravedad: en primer lugar, inflando currículums con estudios falsos. En segundo lugar, intentando comprar titulaciones, como en los casos de Cristina Cifuentes o Pablo Casado. Y en tercer lugar, a vista de que lo anterior no era suficiente, generando chiringuitos académicos privados donde crear esas mismas titulaciones que se utilizarían, más adelante, para inflar los currículos. Paralelamente, valiéndose del poder y de la influencia de la vida política, se tejían redes de contactos que también alcanzaban a la prensa para que este entramado y su recurrente modus operandi no saltara a los medios.

Las universidades privadas y el 'falso prestigio'

En España, ha habido una proliferación de la educación superior privada en los últimos treinta años. La última universidad pública se construye en Cartagena en 1998 y, desde entonces, se construyen hasta 46 universidades privadas. En Madrid, en concreto, hay una red de ellas con muchas conexiones públicas y políticas. 

Del mismo modo, algunos políticos han intentado aprovecharse e intentar vender ciertos centros y titulaciones como si tuvieran un elevado prestigio del que en realidad no disponen. Fue, por ejemplo, el caso de Isabel Díaz Ayuso con el Instituto Séneca: la presidenta madrileña aseguraba en su currículum haber cursado un máster de Comunicación Política y Protocolo en este centro, pero en realidad se trataba de unos estudios diferentes. Del Instituto Séneca existen imágenes, además, que lo muestran como un lugar más bien austero, sin medios, que, para algunos, quedaría lejos de ser un instituto de educación superior al uso. Asimismo, el lugar comparte espacio en el edificio con otras oficinas y/o negocios.

Este medio de comunicación se puso en contacto con el Instituto Séneca para corroborar las irregularidades citadas, y esta fue la conversación:

- Pregunta de ElPlural.com: "En 2003, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sostiene que estudió en el Instituto Séneca un máster de Comunicación Política y Protocolo (…) Pero desde ElPlural.com hemos accedido a su página web (a través de base de datos) y en 2003 no existía dicho máster. En concreto, ustedes lo que anunciaban era un curso".

- Respuesta desde el Instituto Séneca: "Isabel Díaz Ayuso hizo un curso de protocolo y luego hizo un máster en Comunicación Corporativa".

- Pregunta de ElPlural.com: "Por tanto, los estudios de Comunicación Política y Corporativa, ¿eran un curso y no era un máster?". 

- Respuesta desde el Instituto Séneca: "Al final es un tema de nomenclatura. Ella hizo un curso de protocolo".

Caso parecido al de Noelia Núñez, que en su currículum, además de mentir sobre su educación universitaria, aseguraba haberse desempeñado como profesora de enseñanza superior en la Universidad Francisco Marroquín. Este centro otorga títulos en Madrid sin ninguna validez legal en España y solamente válidos en Guatemala. La institución privada obtuvo el permiso para operar en España bajo la premisa de que los títulos que imparte no son conducentes a homologación en nuestro país. Es decir, funciona más como una fachada que como una institución verdaderamente funcional. A su vez, la dirección de esta universidad desmintió a los medios de comunicación que Noelia Núñez hubiese trabajado como profesora en sus titulaciones.

Un "tsunami" a nivel nacional

Por su parte, fuentes del PP nacional se muestran sorprendidas de que Madrid vuelva a ser el epicentro de esta clase de irregularidades, después de lo ocurrido anteriormente con Cristina Cifuentes, Pablo Casado y, más recientemente, Noelia Núñez. La dimisión de la fuenlabreña ha provocado, además, un tsunami que también ha llegado a Extremadura y Andalucía con la puesta en el foco de Ignacio Higuero y Tomás Burgos.

Así las cosas, las mismas fuentes aseguran que está empezando a existir cierto "nerviosismo" por si se empiezan a conocer más datos de todo este entramado de estudios irregulares y chiringuitos, que nace de un PP madrileño con necesidad de engordar los currículums de algunos de sus integrantes. 

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