El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha dejado patente su hipocresía este domingo después de que las protestas en defensa de Palestina obligaran a cancelar la última etapa de La Vuelta. El regidor condenó las manifestaciones asegurando que fueron realizadas por “grupos violentos” que provocaron la “vergüenza de nuestra ciudad y de nuestra nación”.
El discurso del edil primero del Consistorio después de la reivindicación de este fin de semana choca frontalmente con la línea que siguió, por ejemplo, cuando cientos de nazis atacaban la sede del PSOE en Ferraz como consecuencia de la sentencia del juicio del procés.
En aquel momento, Almeida mostró una tibieza muy alejada de la manera en la que se pronunció ante los periodistas en la tarde-noche después de la que iba a ser la última etapa de La Vuelta y que, finalmente, no se llevó a cabo.
En la presente ocasión, cargó contra la izquierda, a su juicio responsables de los pocos violentos que actuaron en la capital, una clara minoría que no representan a la mayoría de las personas que mostraron su rechazo a la participación de Israel al paso del equipo por puntos clave de la ciudad, repitiendo imágenes como las que se han visto en toda España durante el último mes, pero de manera más masiva.
“Lo que ha sucedido en Madrid es fruto y resultado del odio y la violencia que llevan siendo alentadas de forma irresponsable durante los últimos días por dirigentes de la izquierda, por dirigentes del Gobierno y, especialmente hoy, por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez”, emitía en declaraciones a los periodistas el responsable de Cibeles.
El político ‘popular’ agradeció el esfuerzo “encomiable” de ciclistas y organizadores por haber “aguantado intimidación y ataques poniendo en peligro integridad física de trabajadores”: “Ningún ciclista es responsable de lo que está sucediendo en Gaza, y quienes han provocado la violencia durante estos días lo saben, pero la intención de quienes han cometido los actos es debido a que pretenden demostrar que no caben más opiniones que las que ellos sostienen (…)”.
Defensa de la violencia de Ferraz
Muchos usuarios han recordado a Almeida su silencio, e incluso defensa, durante los disturbios que tuvieron lugar en la sede del PSOE en la calle Ferraz contra el presidente del Gobierno, el partido y el conjunto del Ejecutivo por la amnistía. Allí se congregaban cada noche cientos de nazis para convertir las calles de Madrid en un verdadero polvorín, pero al PP le pareció insuficiente como para tener que condenar de urgencia los hechos.
"En Madrid somos bastante más civilizados"
Almeida llegó a justificar los ataques comparando los disturbios con el escenario de Cataluña después de la sentencia a los líderes del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. “No tengo información acerca de que se puedan complicar las cosas en las calles de Madrid en los próximos días. Sé que pueden seguir habiendo concentraciones en el entorno de la calle Ferraz, pero aparte de eso no tengo noticias de que se puedan producir disturbios, ni siquiera los que se produjeron en Barcelona en el año 2019 a consecuencia de la sentencia del procés. En Madrid somos bastante más civilizados que eso que pasó en Barcelona en 2019", llegó a decir al inicio de las jornadas en el programa de LaSexta Más Vale Tarde.
Es cierto que según pasaban las horas, el regidor sí lamentó los incidentes, pero en cierto modo a medias a pesar de que él aseguraba hacerlo “sin paliativos”. Así las cosas, indicaba que el PSOE se ponía “frente al espejo de sus contradicciones”. “Yo condeno los incidentes, y no voy a pedir ni el indulto, ni la rebaja del tipo penal que les corresponda, ni por supuesto voy a solicitar la amnistía. Y ni siquiera, si estuviera en juego mi Alcaldía", señaló, pero criticó que Sánchez entendiera que los incidentes en Ferraz eran “más graves” que lo ocurrido en Barcelona.
Asimismo, mantenía que la gran mayoría de manifestantes de ese momento, a pesar de la realidad, “actuaron de forma pacífica” frente a una minoría que lo hizo de forma “muy violenta, sin respaldo alguna de las instituciones”.
Ayuso, en la misma línea
Lo mismo ocurre con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien el pasado domingo arremetió contra las protestas propalestinas e incluso se fotografió con el equipo ciclista de Israel.
Sin embargo, tanto ella como su equipo fueron mucho más equidistantes con los disturbios en Ferraz. Así se pronunciaba su portavoz en la Asamblea de Madrid, Carlos Díaz-Pache:
"Para la izquierda ahora cualquier manifestación en la calle es un ataque a la convivencia y eso refleja que la izquierda está muy nerviosa, porque han perdido la calle (...) Por eso rechazan las manifestaciones que, por cierto, no dejan ningún contenedor quemado ni ningún cristal roto.... dejan las calles limpias, perfumadas y sin ningún incidente".