Podría estar sacado de un videojuego. O de una película de acción de Hollywood. Pero no. Ha ocurrido en la vida real. Las calles y autopistas de Madrid se convirtieron en el escenario de una persecución policial a gran velocidad y entre disparos de los agentes para intentar frenar la huida temeraria en sentido contrario de dos sospechosos. El suceso tuvo lugar en la madrugada de este domingo al lunes, entre Arganzuela y Vallecas. Dos jóvenes fueron detenidos tras robar un vehículo eléctrico de alquiler. El resto es historia.

Todo comenzó entre las 02:30 y las 03:20 horas, según revela el diario El Mundo. En esa franja, un coche de la Policía Nacional se cruzó con un turismo de alquiler circulando a más velocidad de la permitida por la calle de Méndez Álvaro. Los agentes intentaron por todos los medios que el vehículo se parara, pero sus ocupantes -uno de ellos menor de edad- hicieron caso omiso. De hecho, pisaron el acelerador para dar esquinazo a los policías después de que intentaran atropellar a uno de ellos.

En ese momento, según el relato de fuentes policiales citadas por el diario El Mundo, uno de los policías desenfundó su arma y efectuó varios disparos. Dos de ellos fueron al aire, en señal clara de advertencia, pero los dos siguientes se dirigieron a la rueda delantera del vehículo. Uno de ellos sí impactó, pero ni siquiera eso provocó que los dos sospechosos detuvieran su intento de fuga. De hecho, aceleraron para emprenderla aún a mayor velocidad.

Los jóvenes, tras colisionar con diferentes elementos del mobiliario urbano, se incorporaron a la M-30 en sentido contrario, forzando a los agentes policiales a iniciar una peligrosa persecución por una de las principales arterias de la ciudad. La carrera, no obstante, apenas duró 200 metros, habida cuenta de los golpes sufridos por el vehículo durante la fuga. El capó se abrió de manera repentina, obligando a los sospechosos a detener -ahora sí- el vehículo para que los agentes los interceptaran y procedieran al pertinente arresto.

Los detenidos, según la mencionada información, son dos varones de 16 y 23 años, respectivamente. El conductor del vehículo, sin embargo, pudo escapar. Las pesquisas se dirigen ahora a determinar si ambos participaron en el robo del coche, que previamente fue sustraído a través del sistema digital de la plataforma de alquiler. En este sentido, se están revisando las cámaras de seguridad del lugar de los hechos para su posterior reconstrucción. La buena noticia, además del arresto de los jóvenes es que, pese a los riesgos, ninguno de los agentes resultó herido.

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