El acuerdo más grandilocuente entre el Ayuntamiento de Madrid, con José Luis Martínez-Almeida al frente, y el Atlético de Madrid empezaba a tomar forma en verano, no sin críticas por parte de la oposición, que tachan nuevamente en declaraciones a ElPlural.com que se trata de un "pelotazo urbanístico" en favor del "club favorito de Almeida".

“Es un negocio redondo para el club”, mantiene la concejala de Más Madrid Mar Barberán a este periódico, ateniéndose a lo que dijo en su día y ante la situación en la que se encuentra el proyecto Ciudad Deportiva, que recaerá sobre un terreno de 205.000 metros cuadrados entregados durante 75 años al club colchonero por valor de 53 millones de euros.

Un proyecto para el deporte… no tan deportivo

La apuesta entre el Consistorio y el equipo rojiblanco pretende concentrar, más que cuestiones relativas a lo deportivo, tiendas o negocios de restauración; derivando en una especie de ‘resort’ que albergaría, entre otras cosas, un campo de golf, una especie de playa urbana y un centro de ocio.

Así lo señalaban en el mes de julio el propio presidente de los rojiblancos, Enrique Cerezo, y el consejero delegado del Atlético de Madrid, Miguel Ángel Gil Marín, quien rescataba la posibilidad de “concluir el ámbito con un edificio que incorpore la docencia”, algo que continúa en stand by.

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El Atlético había propuesto al Ayuntamiento abrir “amplias zonas” del tipo “comercial y de restauración” en la parcela DS-04, calificada de uso deportivo y en la que estaba prevista la construcción de un pequeño estadio para 6.000 espectadores de la mano de 25 pistas de pádel.

Entretanto, los máximos responsables del club se vanagloriaban del proyecto, que consideraron como una “oportunidad”, frente a un “gran problema” después del traslado del Vicente Calderón al Metropolitano. De hecho, consideraban que las instalaciones comerciales favorecerán un “acceso diario de público” y servirán no solo de atracción para toda la gente de la Comunidad de Madrid; “suficiente como para que el distrito de San Blas-Canillejas se convierta en una referencia”.

Los terrenos que aparecen en estas líneas disponen de cerca de 122.000 metros cuadrados y son los de mayor tamaño dentro de la operación urbanística por la que el Ejecutivo de Almeida ha cedido al Atlético de Madrid tres parcelas situadas junto al campo de fútbol para el desarrollo de campos de entrenamiento.

El proyecto, pensada para el deporte, tal y como su nombre indica, pretende desde antes de que se pusiera la primera piedra ir más allá. Fue así al principio del anuncio, cuando el club pidió que se levantase sobre la más pequeña de las parcelas un hotel y un centro comercial. Después de aquello se quiso trasladar (y ampliar) el modelo de negocio al enclave más grande.

Así las cosas, en un principio la parcela iba a contar con un rocódromo y zonas para hacer skating y jumping, así como un lugar para la “enseñanza y la práctica de surf”. Esto último pasará a ser una playa artificial con olas, más grande que el estadio que se encuentra al lado, mientras se mantiene la idea por parte del Atlético de Madrid de abrir un campo de golf sobre el que no se comunicó nada en un principio.

De hecho, los que sí estaban afianzados siguiendo el discurso de Cerezo y Gil Marín en época estival eran el campo de golf, la playa urbana y el centro de ocio. “Habrá monitores y horas de olas reguladas en el surf, no como en Cádiz”, instaba el segundo en tono jocoso.

200,3 millones de euros de inversión

El alcalde de Madrid estuvo presente en la colocación de la primera piedra de la Ciudad del Deporte. Reconocido aficionado del Atleti, aplaudió que se trataba de “un buen día para los atléticos, pero también para el conjunto de los madrileños”.

Los trabajos que se desempeñarán en las parcelas privatizadas durante los próximos 75 años alcanzarán los 200,3 millones de euros de inversión; si bien las obras de las que se beneficiará el Ayuntamiento costarán 53,5 millones de euros. En ese concepto entran los accesos por carreteras y las instalaciones municipales.

Se trata de un proyecto de inversión “público-privada” en boca del alcalde que, asegura, les va a permitir “continuar en lo que son las bases de las políticas deportivas del Ayuntamiento”. Tras la intervención, el edil primero acompañó a los representantes del equipo, también a un grupo de canteranos, a introducir varios elementos en una urna entre los que se encuentran un banderín del Consistorio y otro del equipo, un USB con detalles del proyecto e incluso un billete de 20 euros que introdujo Almeida dejando una imagen bastante icónica.

"Es una trampa increíble (...) Una barbaridad"

La izquierda sigue considerando los cambios que se han llevado a cabo entre el anuncio del principio y lo que finalmente se está haciendo como "una trampa". La formación de Rita Maestre dice que es algo "increíble" que "solo un cuarto de los terrenos fuera a ser para instalaciones deportivas públicas, mientras que el resto serían de uso privado, donde incluso se les permitiría tener una parcela para explotación comercial y hotelera".

Entre las transformaciones, Barberán señala por ejemplo que donde antes iba a haber "un miniestado con capacidad para 6.000 espectadores y 25 pistas de pádel, rocódromo o escuela de surf" van a meter un campo de Topogolf para lo cual "cambiaron de ubicación el miniestadio perdiendo 1.000 plazas de aforo". "Algunas de las cosas se pierden", dice aplicando la aritmética.

Además de todo ello, la concejala hace alusión al tipo de contrato, llevado a cabo "a dedo":  "La concesión se hacía sin concurrencia pública, es decir se hacía por adjudicación directa, y se les cedía a 75 años cuando la parte pública que iban a construir costaba menos de 20 millones, Es decir, una barbaridad  de metros y de años de cesión".

También lamenta la opacidad del Gobierno de Almeida a la hora de facilitar la información: "Hasta en tres ocasiones hemos hecho peticiones de información para saber si el Área de Obras y Equipamientos iba a permitir que el suelo público se convierta en un mero centro de ocio, y en las tres ocasiones han respondido que eso depende del adjudicatario de la concesión".

Ante la pregunta de "¿qué se va a hacer?", que todavía ronda, Más Madrid apuntala: "Que el adjudicatario puede plantear modificaciones lo sabemos, esa no es la cuestión.
La cuestión es que el club no solo diseñó el primer proyecto de la ciudad deportiva a su antojo y el gobierno municipal les dio carta blanca, es que cambian la disposición, los usos, suprimen zonas deportivas, que se supone que para eso les ceden el suelo, y parece que les da igual".

"Ya era grave que el primer diseño que plantearon se hubiera hecho sin escuchar al tejido vecinal y deportivo, del distrito y de la ciudad, ya era grave que permitieran usos comerciales en la supuesta ciudad deportiva, pero resulta increíble que vayamos a seguir perdiendo espacio deportivo y no vayan a hacer nada. Tenían/tienen la oportunidad de decir a los vecinos de San Blas y Madrid que iban a velar por el interés general frente al empresarial, pero vemos que no va a ser así (...) ".

"Estamos ante un pelotazo urbanístico a través del deporte, cuyo rendimiento para la ciudad es muy discutible porque estamos una vez más hipotecando nuestro patrimonio y porque su ciudad deportiva no va a resolver ni por asomo las necesidades deportivas ni de San Blas ni de la ciudad", culmina.        

Tema climático

Siempre que se da rienda suelta a este tipo de espacios crecen las sospechas sobre la posibilidad de que termine siendo un nuevo ‘pelotazo urbanístico’ u otras cuestiones con las que el PP tiene una estrecha relación, especialmente en Madrid. Sin embargo, hay otros puntos que ya han saltado a la palestra y provocado críticas. Por ejemplo, en lo que respecta al tema climático.

En este sentido, el lugar -de 55.000 metros cuadrados- que está siendo utilizado para acoger los escombros de las obras era un enclave destinado a un bosque de mariposas, que no estaba incluida en el proyecto inicial que presentó el Atleti. El Ayuntamiento de Madrid tampoco anunció nunca este hecho.

Asimismo, de un tiempo a esta parte, quien pase por ahí solo podía ver de aquello un grafiti en el que se puede leer “bosque urbano” y mariposas pintadas en el suelo. Si acaso, alguna especie que siempre se mueve por la zona. Hasta ahora, al menos en la teoría, y es que el Consistorio ha anunciado que dedicará 7,4 millones de euros a la reconstrucción de este enclave, el antiguo “oasis de las mariposas” que el propio Consistorio anunció y que duró apenas un par de años.

El área de Obras y Servicios ha anunciado la plantación aquí de 2.000 nuevos árboles y explica que se llevó a cabo un acuerdo previo entre las partes para dejar la arena removida durante las obras pero que después ésta se empleará para levantar bosques y zonas verdes del futuro espacio deportivo que, en la práctica, resulta no serlo tanto, tal y como se expone en las siguientes líneas.

La actuación del Consistorio, aprobada el pasado jueves tal y como ha confirmado ElPlural.com, pasa por la “recuperación” del entorno, asesorados por la Asociación Zerynthia, quien había hecho proyectos similares en otras partes del país. Con todo, cabe destacar que se perdió mucha masa forestal previa a las obras que, esa sí, no se podrá recuperar.

Ahora celebran la decisión y no ocultan algo de sorpresa, dado que no siempre estuvieron seguros de que el proyecto saliera del todo adelante. De hecho, un trabajador de la asociación elaboró una propuesta que presentó al área de Obras mientras se transportaban los camiones con arena a la zona del antiguo oasis. Consistía en resembrar de flores autóctonas el sitio, algo que sí se haría, aunque la resiembra no aparece el anuncio público para esta nueva inversión.

La idea del Consistorio, que la oposición mira también con cautela, incluye 2.000 árboles y 84.000 arbustos, así como una “zona de juegos infantiles”, otra de “ejercicio para mayores” o un “área de recreo canina”. Pinos, encinas, almendros, olivos y otras especies estarán en la zona. En cuanto a la zona del oasis, el objetivo es recrear las parcelas antiguas y “enriquecerlas” con un semillado “específicamente diseñado para maximizar el número de especies de mariposa local que puedan utilizarlas”.