La apuesta de la Comunidad de Madrid por los proyectos que pretenden acercarla al centro de la atracción turística tratando de hacer sombra a reconocidos monumentos y enclaves de diferentes partes del mundo no solo no cesa sino que redobla sus esfuerzos.
Hace escasos días se conocía que el Ejecutivo de Sol pretende llevar al municipio de Boadilla del Monte un Cristo de enormes dimensiones, con las que superaría en altura al Cristo Redentor de Río de Janeiro. Según se desprende del proyecto, la figura alcanzaría los 37 metros de altura, 60 metros de envergadura y un presupuesto de 17 millones de euros y, según lo previsto, estaría lista para el 27 de junio de 2030, coincidiendo con la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.
Con este proyecto, iniciativa de la Asociación de Devotos del Corazón de Jesús de Boadilla, se pretende convertir al municipio en cuna de la peregrinación religiosa y la reunión de la comunidad creyente. Además, según informaron los promotores de la obra, está previsto que la escultura se ubique en un terreno cedido por el Ayuntamiento entre la Ciudad Financiera del Banco Santander y la M-501, por lo que se podrá avistar desde la M-50.
Al margen del monumento, lo cierto es que todos aquellos que vayan a visitarlo podrán también acceder al interior de la escultura donde encontrarán gran parte del sentido del proyecto. Así, se prevé que su interior acoja un corazón dorado de 2,5 metros de diámetro con el que los visitantes podrán escuchar los latidos y también sentir el pulso, lo que configurará la parte inmersiva del proyecto. Además, a través de un sistema con polea, el corazón descenderá a la parte inferior de la escultura para que los visitantes lo puedan tocar y, por la noche, volverá a su posición original iluminando el interior.
Sin embargo, aunque el anuncio de este nuevo proyecto haya captado la atención de muchos al resultar una novedad que, con la máxima probabilidad, acabará concentrando a multitud de curiosos en caso de materializarse finalmente, lo cierto es que este tipo de iniciativas por parte de la Comunidad de Madrid se han convertido en algo recurrente en los últimos años. Los esfuerzos de Sol por traer a suelo madrileño la riqueza cultural de otros países y rincones parecen no querer decaer.
La Fórmula 1 y el 'Madring'
Uno de los más recientes es el proyecto abanderado y aplaudido por el ejecutivo autonómico de la construcción del circuito de Fórmula 1 -Madring-. El pasado mes de marzo, se presentaba la nueva iniciativa tanto de Sol como del consistorio de José Luis Martínez-Almeida. "Es una invitación a disfrutar de una experiencia única en una ciudad y región apasionante”, destacan en el comunicado emitido por Ifema, donde se dará acogida al gran evento deportivo. La composición del nombre es clara: de la mano de la ciudad que lo acoge, Madrid, se suma la palabra Ring (anillo, en inglés) que, a su vez, hace referencia a los trazados del mundo de la F1.
Con la designación de este nombre, la organización explica que se le da un giro a un evento de calado de manera “moderna y actual, alineada con el nuevo concepto de circuito espectáculo, al estilo de Abu Dhabi, Miami y Las Vegas, donde el evento en sí traspasa los límites de la pista e invita a vivirlo a toda la sociedad local". Lo que también conjuga con que, a partir de 2026, la capital española se verá impregnada de actividades e iniciativas de entretenimiento vinculadas a la F1.
Ifema explica a su vez que, en la historia de estos eventos, se suelen referir “al nombre de la localidad donde están ubicados”, desde Silverstone a Las Vegas, “pero pocas veces se utiliza correctamente su denominación”: “Es por ello que se ha buscado una identidad corta y directa, con referencia al lugar donde se celebra, fácil de recordar y que no necesita traducción”, refieren, entendiendo que la marca MADRING se convertirá en “genuina, reconocible y diferenciadora” gracias, a su vez, al impulso que esperan que tenga en múltiples redes sociales.
Un Eurovegas con playa artificial
La relación entre Sol y la riqueza cultural de otros países y rincones ya se ha visto estrechada en multitud de ocasiones, aunque finalmente no haya llegado a hacerse efectiva la meta de instalar en suelo madrileño el patrimonio de otros países. Prueba de ello es que en julio de 2023 el Gobierno autonómico desestimó el proyecto ‘Live! Resorts Madrid’, más conocido como el Eurovegas madrileño, y que pretendía ser instalado en Torres de la Alameda. Desde Sol consideraron que no iba a suponer “un impacto relevante, efectivo y duradero en el desarrollo económico, social y cultural” de la autonomía.
La negativa de la Comunidad de Madrid se hizo pese a la promesa del grupo norteamericano Cordish de que se iban a crear 56.443 empleos, tanto directos como indirectos, y preveían 676.764 nuevos turistas para la autonomía. Según se desprendía del proyecto, el complejo contaría con 2.700 habitaciones de hoteles de cinco y cuatro estrellas, un teatro, un circo y una zona destinada a conciertos, 16 salas de cines, 400 tiendas, así como una playa artificial.
El ‘London Eye’ madrileño
Aunque en esa ocasión, fue el Gobierno autonómico quien rechazó la propuesta del grupo norteamericano, en agosto de 2024 Más Madrid presentó una denuncia con motivo de la iniciativa que pretendía ejecutar el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid. En este caso, la iniciativa se basaba en implantar una enorme noria en el parque Enrique Tierno Galván, para lo cual se llegó a adjudicar un contrato de casi 59.000 euros. El objetivo que se perseguía era el de “revitalizar la zona y convertirla en un nuevo atractivo turístico”.
Lo cierto es que el origen de esta peculiar idea del consistorio se remonta a tiempos de pandemia cuando la entonces vicealcaldesa de Ciudadanos, Begoña Villacís, trató de construir un ‘London Eye’ madrileño. Y es que la propia empresa adjudicataria del proyecto dio su visto bueno para llevar a cabo la instalación de la noria, que se convertiría en la edificación más elevada del país, con 260,40 metros de altura, y que se ubicaría entre el Planetario y los antiguos cines Imax. A pesar de ello, de momento el Ejecutivo municipal no ha dado todavía orden de iniciar las obras.
La pirámide para un Madrid azteca
En esta misma línea, otro de los casos se remonta a 2021. En ese año, el productor musical Nacho Cano, íntimo amigo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, presentó su particular proyecto de construir una pirámide azteca de 29 metros con un teatro en su interior. Según lo previsto, el objetivo era levantarla en un solar propiedad del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Almeida de 10.000 metros cuadrados.
El proyecto suponía el pago de un canon al consistorio de 450.000 euros anuales. Sin embargo, el propio Nacho Cano acabó confirmando que no se iba a materializar. “Se ideó una estructura, que por temas de sonido y estética pensábamos que era una buena idea. Todo eso se proyectó antes de la pandemia y el acero ha subido mucho. Ahora será una estructura, más de carpa, como el Circo del Sol. Esto lo quiero aclarar, que me están dando el mareo con ese tema”, señaló.
Aluvión de críticas en cada una de las propuestas
Sin embargo, en todas las iniciativas presentadas por la Comunidad de Madrid que pretenden concentrar el grueso del turismo nacional e internacional en la autonomía con la construcción de enormes monumentos y llamativos proyectos, lo cierto es que tanto la ciudadanía como la oposición han mostrado su rechazo. Al conocerse el proyecto del Cristo de Boadilla, el PSOE en la Comunidad de Madrid se ha pronunciado al respecto denunciando la carencia de informes técnicos y medioambientales que avalen todas estas propuestas.
De manera similar, en redes, diferentes usuarios también han cargado contra los proyectos.