La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, insiste en la privatización como modelo de gestión. La sanidad y la educación son las dos joyas de la corona de la región que más sufren el modelo popular, ya que en ocasiones este se mueve en diferentes direcciones.

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Un ejemplo de ello en el segundo de los ámbitos es el de los comedores escolares, cuyos menús se han incrementado en casi un 13% para el próximo curso. En la práctica, tal y como detallaba ElPlural.com tras consultar una información facilitada por Comisiones Obreras (CCOO), la subida supondría que el gasto del servicio ascendiera a los 110 euros en la cuota mensual y a unos 1.000 en la anual. En otros términos, el porcentaje de la subida era de un 12,7%, pasando la cuantía de los menús escolares de 4,88 a 5,50 euros.

Externalización del servicio de gestión

Por aquel entonces los centros y los sindicatos lamentaban que el acuerdo con las empresas proveedoras de este servicio se había llevado a cabo sin comunicárselo a los padres, madre o tutores y pidiendo a las compañías que no contasen nada hasta después de las elecciones del pasado 28M pese a que las negociaciones se estaban desarrollando desde noviembre.

Días después de aquella noticia, el sindicato explica otro golpe del equipo de la presidenta a este servicio que en el presente caso tiene que ver, principalmente, con la gestión del proceso de solicitud de becas. Así las cosas, el agente social destaca que la operación debería correr a cargo de los centros en su totalidad-pero con el personal suficiente- y no tratarse de una operación externa.

Isabel Galvín, portavoz del sindicato en materia educativa, asegura que los colegios e institutos “tienen autonomía para hacer seguimiento de manera mensual y ayudar a las familias a que soliciten las becas para sus hijos”, pero para eso necesitan administrativos -una figura “absolutamente escasa”- u otros profesionales que ayudan a las familias a los trámites necesarios para la solicitud de estas becas: los PTSC. “Si esto no se corrige, lo que vamos a encontrarnos al finalizar este plazo a finales de junio es que quedarán excluidas miles de familias y de niños y niñas de la posibilidad de contar con una beca para el próximo curso”.

Trabas en el acceso

Cuando la responsable del sindicato a nivel educativo habla de esta cuestión lo hace refiriéndose no solo a la externalización del servicio, sino también a los trámites burocráticos a los que se enfrentan las familias que acceden al proceso para pedir una ayuda que cubra parte del comedor escolar. “Los equipos directivos nos están alertando de que es un procedimiento rígido que va a dejar a muchas familias fuera de la posibilidad de solicitar una beca para comedor para el curso próximo.”, advierte Galvín. “Parece que está pensado para excluir”.

Dentro de esa “rigidez” entraría, además de la externalización de la gestión de los pagos, la reducción del plazo de solicitud -que concluye el 28 de junio si se hace de manera telemática y el 22 de junio si se realiza en los centros- o la exigencia de presentar documentación que las familias en situación administrativa irregular no tienen.

En lo que respecta a la externalización, CCOO explica que hasta ahora los centros podían abrir todos los meses a lo largo del año determinadas fechas para incluir a nuevos alumnos en el programa, mientras que en la nueva regulación hay un plazo mucho más reducido. Esto implica que si a alguien se le pasan los días o le faltan documentos, tendrá que esperar al próximo curso.

Por otra parte, lamentan la obligatoriedad de pedir la ayuda a través de internet, algo que acarrea problemas en dos direcciones, relacionadas entre sí. La inmediata es que no todas las familias disponen de los medios para hacerlo de ese modo. En este caso, son los centros los que rellenan la solicitud, aun sin disponer del personal necesario. “Quitan autonomía a los centros, externalizan la parte que puede ser rentable a las empresas privadas, y la que no, delegan a los centros sin contratar personal administrativo (…) Es indignante, una enorme falta de respeto”, afean desde el sindicato.