La Asamblea de Madrid puso ayer a examen la Ley Mbappé de Isabel Díaz Ayuso que permitirá perdonar la parte regional del impuesto de la Renta a los millonarios que decidan instalar su residencia en la región. Una tarea que recayó sobre la consejera de Economía, Rocío Albert López-Ibor, quien justificó estos regalos fiscales en una supuesta estrategia de atraer “talento” a la región, ante la renuncia del gobierno del PP a obligar a los nuevos residentes a invertir en empresas o inmuebles radicados en la región, como le exigía la oposición.
Hasta en más de 20 ocasiones utilizó la consejera la palabra “talento” para justificar la norma de incentivos fiscales para las grandes fortunas que cambien su residencia a la Comunidad de Madrid. Un cambio legal que permitiría no pagar hasta el 20% del IRPF (el impuesto de la Renta) que pertenece a la parte autonómica si invierten 10 millones de euros en activos o empresas, que no tienen por qué estar en la región. Aunque la responsable de las cuentas madrileñas defendió que la supuesta llegada de millonarios beneficiaría a España porque "compran productos" y pagan el IVA.
El proyecto inicial, pensado para anular los impuestos de solidaridad a grandes fortunas impulsados por el Gobierno de Pedro Sánchez, se centraba en que los millonarios comprasen inmuebles en la región, pero esa opción se acabó desechando. A cambio, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso enfocó el regalo fiscal a que las grandes fortunas atraídas invirtiesen su dinero en empresas o activos de la región madrileña, pero es algo que no permite la normativa de la Unión Europea para evitar el dumping fiscal entre regiones del continente.
Así, finalmente el cambio legal propuesta solo exige que la inversión se haga desde Madrid, aunque sea en activos extranjeros. “Si un millonario que se instala en Madrid compra el año de su llegada 10 millones en acciones de Apple, los mete en un fondo de Goldman Sachs que invierte en empresas contaminantes de Oriente Medio, se ahorra dos millones sin que ni un solo euro recaiga en la economía madrileña”, explica el diputado socialista Fernando Fernández Lara.
Y a esto se suman dos puntos muy criticados por la oposición. Por un lado, no hay un tope máximo a la desgravación, como sí tienen los planes de pensiones privados o tenían las desgravaciones en hipotecas. Por otro lado, esto permite que si un millonario invierte más de 10 millones, la parte restante que queda fuera de la desgravación se le guarda para el siguiente año fiscal.
El "talento" de los millonarios
Con estas críticas sobre la mesa, que este jueves se tradujeron en una enmienda a la totalidad del PSOE de Madrid y el rechazo de toda la oposición al cambio legal, la consejera de Ayuso defendió que el regalo fiscal a las grandes fortunas busca poner a Madrid al frente de “la competencia global por atraer inversiones y, sobre todo, talento”. La norma, bautizada como Ley Mbappé por el astro del Real Madrid que cobrará un total de 14 millones de euros netos anuales, más 30 millones de prima, busca “atraer a personas altamente cualificadas, lo que además redundará en beneficio de todos los españoles”.
Según López-Ibor, se les exige a estas grandes fortunas “que sean contribuyentes y que realicen inversiones que impulsen la creación de empleo, la innovación y el crecimiento económico”, aunque la consejera, en su intervención, se cuidó de aclarar que ese dinero no tiene porque invertirse en madrid.
Incluso se atrevió a vaticinar a dónde irán esas inversiones:”Los nuevos contribuyentes que llegan a Madrid atraídos por la deducción fiscal traerán consigo inversiones que dinamizarán sectores clave, como la tecnología, las telecomunicaciones, la inteligencia artificial, la biotecnología o las energías renovables”.
Y aclaró su argumento de que estos nuevos inversores beneficiarán a “toda España porque será gente que también compre, por tanto les beneficiaremos [a los españoles] a través del IVA, del impuesto de Sociedades y de otros productos”. Lo que concluyó acusando a la oposición de “tener un discurso manido de los años 60, en el que solo hablan de ricos y pobres, pero en realidad estamos hablando de profesionales”.
Además de la oposición parlamentaria, el portavoz socialista, Juan Lobato, trasladó ayer sus críticas a esta medida. “Es lo mismo otra vez, regalos a los multimillonarios. Un regalo fiscal sin ninguna obligación de invertir aquí. Con una utilidad de cero en términos económicos, de creación de empleo, de subidas de sueldos o de desarrollo económico para Madrid”, lamentaba el líder socialista. “Nos dicen que el objetivo es que vengan y que inviertan, que monten industrias, pero no, es al revés. No hay por dónde cogerlo”, subrayaba.