El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, sigue peleado con la memoria democrática. Tras su reiterada polémica con el callejero de Madrid, el edil primero busca ahora encaje a una estatua de los Tercios de Flandes, muy presentes en las manifestaciones que en las últimas semanas se han sucedido en la sede del PSOE, en Ferraz, por la ley de amnistía.

Estas unidades militares aparecen representadas por la Cruz de Borgoña, bajo cuya cruz roja y fondo blanco se reivindica ese pasado imperialista del ejército español del siglo XVI. Una vuelta al pasado a la que a muchos de los que la exhiben frente a la sede socialista les gustaría regresar. Y no lo ocultan.

Estatua de Los Tercios de Flandes

La estatua se basará en un conjunto escultórico compuesto por un piquero, un arcabucero, un soldado que empuña la bandera mencionada y el capitán con la espada en la mano esperando el enemigo. El material utilizado será el bronce y el monumento, que pesará entre 4.000 y 5.000 kilos, se instalará sobre un pedestal de piedra.

Se trata de una donación de la Asociación 31 de Enero Tercios, una entidad formada por historiadores y aficionados a la Historia cuyo objetivo principal es rendir homenaje a esta unidad militar que operó durante el reinado de Carlos V. Ahora lo logran con un monumento que les representa y para el que han recaudado 200.000 euros desde que comenzaran esta especie de crowdfunding.

Las otras asociaciones que están detrás de la iniciativa son la Asociación Amigos del Camino Español de los Tercios y la Fundación Arte e Historia Ferrer-Dalmau, según el Ayuntamiento de Madrid, quien cifra también en cero el coste de la estatua, ya que corre a cargo de estas entidades.

“Pasado muy casposo”

Tanto la oposición como responsables de asociaciones de memoria democrática con los que ha podido hablar ElPlural.com se postulan en contra de esta decisión. Comenzando por las segundas, Alberto Pérez, portavoz de la Plataforma por la Calle ‘Maestra Justa Freire’ habla con este medio dejando claro que, por el momento, lo hace a título individual, ya que se trata de un hecho concreto que no han debatido entre los compañeros.

“Yo personalmente creo que hay cierta tendencia a nutrir un pasado muy casposo, por definirlo de algún modo”, apunta mientras recuerda otros ejemplos como el de la estatua del fundador de La Legión, Millán Astray, que el mismo alcalde inauguró hace poco más de un año y que, para la persona al otro lado del teléfono “no define un valor democrático”, como la “legión actual”, sino más bien “todo lo contrario”.

“Es lo que vendría a pasar un poco con ésta, porque no representa al Ejército actual, que, evidentemente, sí que defiende valores democráticos, sino que refuerza aquel colonialismo”, asume a la vez que subraya cómo la simbología vinculada a Los Tercios y la Cruz de Borgoña se emplean por grupos “ultranacionalistas” y “fascistas”:  “Considero que atiende a una falta de ética y estética con lo que son los valores democráticos del siglo XXI (…) Es verdad que a mí se me haría muy complicado homenajear en este sentido a una persona concreta, pero siempre se puede homenajear a los maestros, sanitarios…”.

Línea muy similar mantiene, ya desde el punto de vista estrictamente político, la portavoz de Más Madrid, Cuca Sánchez, quien en declaraciones llegadas a este medio lamenta que las calles de Madrid “exalten el militarismo, la guerra, la crueldad y la brutalidad”: “Reclamamos al alcalde que deje de poner esculturas en las calles que no reflejan en absoluto los valores y sensibilidad del momento actual y que no cuentan con el consenso de las vecinas y los vecinos (…) Lo que Madrid necesita son más árboles, más fuentes, más bancos y más verde. En definitiva, actuaciones que respondan a las necesidades ciudadanas, no más grupos escultóricos que ensalcen las atrocidades de las guerras”.

Además, afea al Consistorio que la decisión “no ha pasado por la Comisión de Paisaje Urbano ni por ningún órgano del Ayuntamiento” y que, a pesar de esto, el gobierno municipal “ya ha garantizado su instalación en el paseo de la Castellana a coste del erario”. Cabe destacar, llegados a este punto, que la estatua podría verse en 2025 en los alrededores de la Escuela Superior de Ingenieros del Paseo de la Castellana.

Sánchez rememora igualmente que la apuesta del PP madrileño en este sentido es clara, ya que no es la primera estatua que coloca de un pasado en blanco y negro o que cambia calles de la ciudad. Por el contrario, es “una estrategia ya iniciada con las esculturas de dudoso y anacrónico valor estético del Legionario, de Los últimos de Filipinas o de Blas de Lezo, en las que no se homenaje al ejército actual, soldados contemporáneos con los valores de hoy, sino a los que representaban los Tercios, contrarios a los que sostienen nuestra democracia”.

Desde el PSOE se pronuncia, también en conversación con ElPlural.com, su portavoz en Cultura, Adriana Moscoso. En su caso, incide en la idea de que Almeida "tiene una urgencia en resolver determinados temas alejadas del interés ciudadano, mientras mantienen guardadas en un cajón muchas iniciativas y propuestas que surgen de los distritos o del propio Pleno de Cibeles".

"En cada acción que ejecutan buscan un efecto polarizador y el enfrentamiento con la oposición, en vez de entender que la ciudad se construye entre todos y todas y que se deben respetar las reglas y procedimientos ya existentes", comenta entristecida.

"Vemos con pesar, desde hace años, cómo el Partido Popular ningunea, o directamente se salta los espacios de debate existentes para estudiar y analizar de manera independiente las diferentes cesiones y proyectos que plantean la instalación de estatuas en el espacio público de nuestra ciudad. Desde que ha comenzado el mandato no se ha convocado la Comisión de Paisaje Urbano, pero ya anuncian el destino final de una nueva pieza que se sumará a un conjunto de homenajes a cuerpos militares que ya fueron inaugurados en el pasado mandato", apostilla.

Vox, encantado con la apuesta por el pasado

Bien distinta es la opinión de la ultraderecha, y es que Vox siempre ha defendido este tipo de monumentos, más ahora, en un momento en el que “se rompe España”. Así lo manifiestan voces del partido de Santiago Abascal en la ciudad de Madrid, como Fernando Martínez Vidal, quien animó al PP a “seguir rescatando figuras y episodios fundamentales” en la historia de nuestro país.