El asesinato del ex alcalde de Gandia, Arturo Torró, mantiene una serie de incógnitas que los investigadores del grupo de Homicidios tratan de esclarecer con los significativos avances de la investigación.

Se antoja clave en la investigación la información que aporten las cámaras de videovigilancia de las carreteras, de las gasolineras y de las áreas de servicio del tramo entre Sueca y Gandia para esclarecer qué ocurrió en ese transcurso, si paró o no en algún momento (ya que, desde que salió de Sueca hasta el punto en el que es asesinado, no hay tanto margen temporal como para que tardara tanto, por lo que siguen investigando si paró en ese tramo, si estuvo con alguien más para tardar casi 25 minutos más de los 30 minutos en los que se hace habitualmente ese trayecto), y tratar de identificar el vehículo que le perseguía.

De la misma manera, la información que va a aportar el teléfono móvil de Torró es determinante, tanto por el registro de llamadas del día de su muerte como de los anteriores, como por la geolocalización y conexiones con las torres de telefonía del recorrido que hizo. Estos datos ayudarán a reconstruir por dónde condujo y si sus conexiones en las torres de telefonía coinciden con las de sus asesinos.

Los casquillos y la bala del no percutido van a aportar también luz al caso, ya que los investigadores tratarán de llegar a concretar el arma y si esta ha sido o no utilizada en crímenes o sucesos anteriores. Esto, sin duda, acercaría a la localización de los asesinos.

Otra de las bazas con la que los agentes cuentan para esclarecer este complicado crimen es la información que ya han solicitado a Mercedes acerca del ordenador de a bordo del vehículo de Torró. Esta centralita del coche va a aportar, sin duda, tanto la ruta que realizó como las posibles averías que queden registradas, ya que existe controversia al saltar el chivato, pero comprobar que las cuatro ruedas se encuentran hinchadas y en buen estado.

Aunque todavía hay diferentes líneas de investigación abiertas y en proceso de avance con las horas, las fuentes directas consultadas por este periódico afirman que no se trata de un robo (ya que tanto el vehículo como el teléfono móvil, las cadenas del cuello y sus pertenencias estaban intactas), sino de un crimen premeditado y preparado a conciencia para ser ejecutado como llevaron a cabo, de una forma rápida y certera. Cabe recordar que el punto exacto de la carretera donde ocurre el asesinato es una zona sin cámaras de videovigilancia y con muy baja visibilidad, además de un tramo en el que los vehículos circulan a más de 100 kilómetros por hora. Este dato y que era el propio coche de Torró el que tapaba su cadáver de la vista de los conductores que pasaban por la zona, explica que nadie se alertara porque tan solo veían un coche estacionado en el arcén.

Por lo tanto, descartado aparentemente el robo, los investigadores se centran en esclarecer si el móvil del asesinato responde a un asunto económico o cuáles fueron los motivos que llevaron a los asesinos a acabar con su vida de la manera que lo hicieron y en un punto que no es casual al saber que no hay ni cámaras de videovigilancia ni una visibilidad que llame la atención del resto de personas que pasaran en esos momentos fatídicos.

Súmate a

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio