Hay un dicho en el Partido Popular: En Pozuelo de Alarcón presentas una cabra como candidata al Ayuntamiento y gana las elecciones municipales. Lo dicen muchos dirigentes populares porque el PP lleva gobernando el municipio ininterrumpidamente desde 1983. Es uno de sus principales bastiones electorales. Siempre triunfa. Con holgura. Da igual quien sea el candidato o candidata.

Aunque no es una de las localidades más pobladas de Madrid (casi 88.000 habitantes), Pozuelo es uno de los trozos del pastel más apetecible del panorama político. Según los últimos datos de la Agencia Tributaria, es el municipio con la renta bruta per cápita más alta de España (79.327 euros de media). Allí están muchos de la urbanizaciones más exclusivas de todo Madrid, como La Finca. La tasa de paro no llega al 4,5% y está entre las ciudades con más esperanza de vida.

El Ayuntamiento maneja un presupuesto de 127 millones de euros y la ciudad disfruta de grandes zonas verdes y está muy bien comunicada, a tan solo 14 kilómetros de la Puerta del Sol. Tiene además una de las tasas de criminalidad más bajas de España (22 infracciones penales por cada 1.00 habitantes). Un chollo para gobernar. “La joya de la corona”, como dicen algunos en el partido. Una plaza donde el PP, como hemos dicho, sabe que va ganar sí o sí.

El problema es que, a día de hoy, Isabel Díaz Ayuso no tiene decidido quien será el ungido y ya vuelan algunos puñales dentro del partido para que la lideresa madrileña decida. Pozuelo vive su particular ‘House of Cards’. Según fuentes populares, la elección se tiene que tomar ya en marzo, ya que el día 23 es el último Pleno en la Asamblea de Madrid y el 5 de abril se disuelve el Parlamento madrileño.

Algunas de estas fuentes destacan que Ayuso está retrasando la decisión de elegir candidato/a en aquellos municipios donde ya gobierna el PP, como Pozuelo, porque puede haber cambios, y no quiere que los actuales alcaldes o alcaldesas se “desmotiven” si se les comunica antes que no van a ser los agraciados y no van a seguir.

La actual alcaldesa de Pozuelo es Susana Pérez Quislant, concejala desde 2011 y regidora desde 2015. Quislant quiere seguir un mandato más, hasta 2027. Así se lo ha comunicado ya al secretario general del PP madrileño y mano derecha de Ayuso, Alfonso Serrano, pero de momento no ha obtenido una respuesta positiva. Quislant llegó incluso a encargar un encuesta interna en la que salía como el candidato/a con mejores resultados.

El problema es que Quislant era muy próxima a Teodoro García Egea, que tuvo que salir por la puerta de atrás tras perder la traumática guerra civil que vivió el partido hace ahora un año, con acusaciones de espionaje y que desembocó con la ‘muerte’ política de Pablo Casado y el propio Teo García y la consolidación como referente popular de Isabel Díaz Ayuso. “La presidente madrileña purga muy bien y yo no apostaría nada porque Quislant siguiera”, explica un veterano dirigente popular que conoce muy bien los entresijos del partido. “Huele a cambio”

El segundo en discordia

La agrupación de Pozuelo arrastra además una anomalía. La alcaldesa Pérez Quislant no preside el partido en el municipio. Generalmente, los regidores o regidoras suelen dirigir también los designios de las agrupaciones locales. Aquí no. Y hay una explicación. Cuando Cristina Cifuentes era presidenta del PP de Madrid no quería que Pérez Quislant presidiera la formación en la localidad. No se llevaban bien. Por eso Cifuentes pidió a Enrique Ruiz Escudero (hoy consejero de Sanidad) que se presentara en las primarias internas que se celebraron en 2017. Y las ganó.

Enrique Ruiz Escudero, como presidente del PP de Pozuelo, podría luchar por ser el candidato. Pero ni Ayuso se lo ha ofrecido todavía ni él se lo ha pedido. “Enrique no sabe qué hacer. Con todo lo que ha vivido y está viviendo en la consejería de Sanidad, primero con la pandemia y ahora con las huelgas sanitarias, tiene la cabeza en otro sitio”, explican desde su entorno. Lo que está claro es que Ruiz Escudero sabe que no va a seguir como consejero tras las elecciones de mayo de 2023, así que sus opciones pasan por ser candidato en Pozuelo, ser incluido en la futura lista de la Asamblea como diputado autonómico o esperar y tener aspiraciones nacionales si Alberto Núñez Feijóo gana los comicios generales a finales de año. “Ahora mismo es un mar de dudas”.

Así que este escenario aparece otro personaje en esta historia, la diputada autonómica Yolanda Estrada y actualmente presidenta de la gestora de la agrupación de Villaviciosa de Odón. Es pareja de Juan Carlos Vera, uno de los veteranos del partido con más peso e influencia, sobre todo con Ayuso. Fuentes populares destacan que esta vez puede ser la oportunidad de Estrada.

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Estrada tiene cierto peso en Pozuelo. Fue concejala en el municipio hace años, con el alcalde Jesús Sepúlveda, condenado a 14 años de prisión por sus tejemanejes en la trama Gürtel. Ella también tuvo que dimitir después de que los tribunales la imputaran por prevaricación y cohecho. El partido la expulsó. Al final la causa contra ella fue archivada y se reafilió. Y poco a poco, volvió con fuerza. En 2017 se presentó a las primarias internas de Pozuelo para competir con Ruiz Escudero. Pero perdió. El consejero de Sanidad obtuvo 206 votos y Estrada solo 107. 

Estrada es la pareja de quien es. Y eso pesa. Veterano donde los haya, Juan Carlos Vera es “el eterno fontanero” del partido. No hay nadie que no lo conozca. “Todo cambia en este mundo, menos Jordi Hurtado [presentador televisivo] y Juan Carlos Vera, que siguen”, coinciden en señalar con ironía varios nombres con peso en el PP madrileño. Ahora disfruta de un ‘retiro’ dorado como gerente del elitista Club de Campo Villa de Madrid, con un salario de 97.000 euros anuales.

Licenciado en derecho y abogado colegiado, es uno de los ‘genoveses’ con más experiencia dentro del PP, desde que empezó en la Secretaría de Organización en los tiempos en que Álvarez Cascos era el todopoderoso secretario general o ‘general secretario’, como le gustaba llamarse. Ha sido diputado nacional desde 1993 a 2019, secretario del Comité Nacional de Derechos y Garantías, vocal del Comité Ejecutivo Nacional, y miembro de todos los Comités Electorales oficiales y oficiosos que desde los años 90 han funcionado en Génova 13. Cuando el PP empezó a ser el PP, Vera ya estaba allí.

Tras la dimisión de Esperanza Aguirre como presidenta del PP madrileño en febrero de 2016, Juan Carlos Vera fue elegido secretario general en la gestora que se tuvo que formar deprisa y corriendo bajo el liderazgo de Cristina Cifuentes. Y cuando Cifuentes cayó en desgracia por un máster y unas cremas, el PP volvió a recurrir al eterno Vera para volver a ser de nuevo el secretario general de otra nueva gestora en el PP de Madrid presidida esta vez por Pío García-Escudero.

Vera se lleva bien con Ayuso y eso puede jugar en favor de Yolanda Estrada, que encima es diputada autonómica. Estrada no tiene buena relación con Enrique Ruiz Escudero y muy mala con Susana Pérez Quislant. De hecho, hasta 2019 Estrada colaborada en un medio local de Pozuelo que era muy crítico con la alcaldesa. Algunas fuentes populares destacan que Estrada está “moviendo hilos” para que esta vez sí pueda ser la candidata en Pozuelo.

De momento estos son los los tres nombres con más posibilidades. Aunque Ayuso podría apostar por una cuarta vía (suena el nombre de otra diputada autonómica, Ana Collado) o dar salida a algunos de los consejeros con los que no contará para su futuro Gobierno autonómico (si gana las elecciones de mayo) y ‘destinarle’ a la candidatura de Pozuelo.