Giro radical de los acontecimientos. La presidenta del Partido Popular en Extremadura, María Guardiola, da por amortizado su perfil de dique de contención de Vox, que amenazaba a una región en la que “el amor no admite matices”. Ese peligro, a ojos de la candidata conservadora, ya no existe. La concatenación de sucesos en las últimas horas ha derivado a un pronunciado viraje a la derecha de quien se había erigido en un verso libre dentro del PP. El golpe de timón se consumó al filo de la medianoche de este pasado domingo al lunes y a modo de correo electrónico dirigido a la militancia. “Soy consciente de que también es imprescindible el respeto, el diálogo y el acuerdo pragmático con la formación de Vox en Extremadura. Compartimos una prioridad, pasar página a las políticas socialistas. Es lo que nos debe preocupar”, escribió la líder popular en la región. Entre tanto, se aplazan tanto la Junta Directiva Autonómica y el Comité Ejecutivo Regional, ambos agendados para este mismo martes.

Al filo de la madrugada de este domingo al lunes, María Guardiola consumó su giro total a la derecha. Según apuntan varios medios de comunicación, la líder del PP en Extremadura puso fin a su estrategia de ruptura y confrontación con Vox. Ya no peleará por hacer de su región un territorio en el que el “amor no tenga matices”. Ahora, tal y como ha certificado ante la militancia conservadora, buscará la apertura de una vía de diálogo con los de Santiago Abascal porque es “lo imprescindible”. Su “prioridad” pasa en estos momentos por liquidar “las políticas socialistas”. Poco o nada quedan de la imagen que proyectó estas semanas atrás, cuando defendía a capa y espada establecer una suerte de línea roja a los que se presuponían como socios de gobierno.

A pesar de la distancia, la Generalitat Valenciana ha contagiado a una Extremadura que se resistía a caer presa de un acuerdo con la extrema derecha. En primer término, la presidenta del PP autonómico dio orden de aplazar sine die la Junta Directiva Autonómica y el Comité Ejecutivo Regional agendados para este martes en un hotel de Mérida. A cambio de esta suspensión, Guardiola envió una misiva a la militancia vía correo electrónica para rebajar la tensión con Vox. “Es imprescindible el respeto, el diálogo y el acuerdo pragmático […]. Compartimos una prioridad, pasar página a las políticas socialistas”, escribía la baronesa conservadora, quien subrayaba que la principal preocupación ha de ser precisamente la de acabar con el dominio del PSOE en el territorio extremeño.

Ruido extremo

El posicionamiento inicial de Guardiola desató una oleada de presiones tanto internas como externas, que han derivado en este volantazo para abrir un camino hacia el entendimiento con Vox. En la Junta Directiva Autonómica de este martes estaba prevista una intervención de la líder regional, pero todo ha saltado por los aires después de la renuncia de Santiago Martínez-Vares, uno de sus principales asesores. El fin de la relación sucede después de que en medios de comunicación próximos a la derecha se publicaran unos audios del propio Vares criticando a los ultraderechistas, en especial a su líder. Por ello, su agencia de comunicación política, Rebellious Words, emitió un comunicado en la tarde de este pasado domingo, donde anunciaba la desvinculación total. Un escrito en el que también niegan que formaran parte de las “negociaciones” para alcanzar una mayoría parlamentaria. Sus labores, según explica, no traspasaban el ámbito comunicativo.

El comunicado de la agencia de Vares se produjo en torno a las 20:00 horas de este pasado domingo. Tan solo unas horas después, llegaría el correo de María Guardiola, donde habla de la importantísima cita del próximo 23 de julio. “Nos jugamos el futuro del país”, precisaba la líder del PP en la región, al tiempo que justificaba el aplazamiento de la Junta Directiva Autonómica y del Comité Ejecutivo Regional para “evitar malentendidos”, por lo que su nueva fecha será comunicada “oportunamente”.

En cualquier caso, Guardiola es consciente de que en estos días se ha utilizado el escenario postelectoral en Extremadura para “tratar de influir” en la campaña estatal, siendo esta “presión” canalizada en su conjunto hacia el Partido Popular. “No queremos que se utilicen las reuniones de nuestros afiliados para hacer daño a la organización ni desviar la atención de lo importante”, continuaba en el escrito la presidenta del PP extremeño, quien instaba a “anteponer el interés de nuestro país” y así evitar “cualquier crispación”. “Extremadura habló en las urnas, y el PP seguirá trabajando en un diálogo que nos permita, como resultado, tener pronto una alternativa para poner fin al ciclo socialista”, puntualizó.

“Obligados a entenderse”

El líder de Vox, Santiago Abascal, considera un “buen paso” la marcha atrás de María Guardiola. A su llegada a Les Corts Valencianas, donde presenciará la sesión constitutiva del parlamento regional y la unción de Llanos Massó como presidenta de la Mesa, ha destacado ante los periodistas que conservadores y ultraderechistas están “obligados a entenderse” para ahormar una alternativa a Pedro Sánchez.

Si bien no ha aclarado si contactará con Guardiola o si ha habido algún acercamiento ya entre las dos fuerzas políticas, Abascal ha defendido que el “respeto” es un aspecto fundamental para construir una relación. Insiste en que Vox mantiene la “mano tendida” a la líder del PP en Extremadura, al tiempo que celebra y pone como ejemplo el acuerdo en la Generalitat Valenciana. “No es una victoria para ninguna de las dos formaciones, pero es razonable para todos nuestros electores”, ha rematado el dirigente ultra, al tiempo que expresaba su deseo de que se traslade “al resto de España”.