“Garoña se cierra para siempre”, así publicaron los medios de comunicación en 2017 la noticia de la decisión “irrevocable” del Gobierno de Mariano Rajoy, concretamente de su ministro de Energía, Álvaro Nadal, de dar por finalizada la vida útil de la central nuclear del Valle de Tobalina, en Burgos, la más antigua de España, cuyo reactor, que había presentado numerosos problemas en los últimos años, estaba desconectado desde 2012 por decisión de la propia empresa.

Sin embargo, la visita que ha realizado hoy el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, a la clausurada central, ha terminado, como era de imaginar, con el anuncio del mandatario de Vox de que su partido volvía a imponer sus criterios, de modo que el gobierno de Mañueco licitará un estudio para comprobar la viabilidad de reabrir la central nuclear Santa María de Garoña como una central de última generación.

El objetivo, dicen, es “conseguir la soberanía energética de España”, para “paliar las consecuencias de la grave crisis energética”, si bien, en el último Pleno en las Cortes, el PP votó en contra de una propuesta en ese sentido presentada por su socio de gobierno.

Brindis al sol

García-Gallardo, aunque confiesa que reabrir Garoña no es “ni inmediato ni fácil”, sí ha destacado que “ha llegado el momento de hacer política pensando en las siguientes generaciones”.

“Es insostenible que Castilla y León y España sigan dependiendo energéticamente del exterior, más si cabe teniendo la opción de explotar los recursos energéticos con los que contamos, como las centrales nucleares, que nos aportan una energía limpia, abundante y barata, o las térmicas de carbón”, insiste.

El vicepresidente ha criticado duramente la aplicación del impuesto sobre la gestión de los residuos que, según dijo, “estranguló económicamente” a centrales como las de Santa María de Garoña. “Nosotros vamos a hacer nuestra parte, que es la parte administrativa, el estudio de viabilidad, y luego el Consejo de Seguridad Nuclear y el Ministerio dependiente del Gobierno central tendrán que decidir si la abren”.

García-Gallardo ha subrayado también la intención de “seguir trabajando en sucesivas reuniones” en las que afirma que serán escuchados “tanto expertos en seguridad nuclear como en aquellas tecnologías que nos han ido orientando sobre cuáles deben ser los pasos por seguir en esta materia”.