El pasado viernes los sindicatos con representación en la factoría que Ence tiene en la Ría de Pontevedra se mostraron muy satisfechos por las jornadas de paro celebradas hasta entonces. Cifraron el seguimiento en el 100 por cien y anunciaban para el fin de semana una aclaración de cara a las nuevas protestas a llevar a cabo en próximas semanas contra el Expediente de Regulación de Empleo que plantea la compañía y que afecta a casi 40 trabajadores.
Precisamente, ese día, de nuevo el comité de empresa volvió a poner de relieve su preocupación por la supuesta vía de colaboración abierta entre Ence y Altri, multinacional portuguesa que observa cada vez más improbable el proyecto de macrocelulosa previsto para la localidad lucense de Palas de Rei.
Los representantes de la plantilla, en más de una ocasión, han mostrado su temor ante las visitas realizadas por directivos de la compañía lusa a las plantas celulosas de Pontevdra y Navia (Asturias). El miedo radica en la posibilidad de que detrás de esto se encuentre una “operación corporativa que vaya acompañada de una redución previa de personal”.
Sin embargo, el sábado se produjo una noticia importante, por lo menos en lo que a las protestas se refiere puesto que el comité de empresa anunció la suspensión de las jornadas de huelga que ya estaban previstas. En realidad el acuerdo adoptado el mismo viernes significa que, por ahora, se paralizan los 8 días de huelga que ya estaban preparados para lo que resta de noviembre y el mes de diciembre, alguno de ellos de 24 horas.
Tal y como han recogido medios locales, la suspensión se ha adoptado tras por el comienzo de las negociaciones del controvertido expediente de regulación de empleo.
La Xunta, la gran defensora de la celulosa
No obstante lo anterior, lo que dejan claro las organizaciones sindicales es que esta suspensión no significa que se detengan las protestas de los trabajadores de Ence Pontevedra. En este sentido, según ha recogido el Diario de Pontevedra, hoy está previsto que le comité de empresa de la factoría analice la documentación sobre los despidos y “programar las movilizaciones”.
De este modo, parece vigente lo indicado antes de conocerse esta suspensión, y que, como indicaron CCOO, UGT y CIG se insta a las administraciones públicas, “especialmente a la autonómica, a que hagan valer los compromisos asumidos en materia de empleo, inversión y continuidad industrial”. Van más allá los sindicatos al exigen que “se obligue a Ence a respectar lo prometido”.
Cabe recordar que, precisamente, la Xunta de Galicia de ahora, con Alfonso Rueda a la cabeza, y de antes durante los mandatos de Alberto Núñez Feijóo, siempre se han posicionado claramente con la propiedad de la planta pontevedresa. Esto se ha comprobado de manera singular en los últimos tiempos con las decisiones en los tribunales y el posicionamiento del Ayuntamiento de la capital de las Rías Baixas, cuyo alcalde, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores, llegó a denunciar presiones y el uso que el PP y la Xunta hacían de todo este asunto.
En sus argumentaciones, las organizaciones sindicales tienen claro que “la compañía pretende forzar un despido colectivo sin garantías legales”, tal y como denunció el mismo viernes antes de la reunión, Omar Vázquez, de CCOO y secretario del comité de empresa. Con respecto a las protestas, subrayó que “los sindicatos no podían responder de otra manera ante la amenaza directa” de estos despidos anunciados por la compañía.
Hay que recordar que, desde que se inició este proceso, el comité de trabajadores denunció “mala fe” por parte de la dirección de Ence, además de “amenazas, chantajes al personal”, así como “intentos para desconvocar la huelga”, además de “presiones constantes” al propio comité para “forzar la aceptación del despido colectivo fuera de los marcos legales”.