Desde hace unos años las cadenas de restaurantes de comida rápida se vuelcan en desterrar el adjetivo de 'basura' que, tradicionalmente, ha acompañado a los productos que ofrecen y con mucho éxito a lo largo y ancho del planeta.

Entre otras cuestiones, una de las más recurrentes tiene que ver con, por una parte, la calidad de la materia prima que se utiliza para la fabricación de las hamburguesas, pizzas, etc; por otra, en estos tiempos de patriotismo, con el origen de esos productos que, en este caso, siempre sale reforzado el término 'español', o de eso se trata.

Uno de los últimos ejemplos en este sentido se acaba de conocer y sitúa todo el protagonismo en Lugo. En concreto, en una extensión gestionada por Granxa Grixeira, situados en O Arneiro, perteneciente al concello lucense de Cospeito. En este punto, es de donde procede parte del queso que McDonald's utiliza en sus cocinas y que, a su vez, elabora Queserías Entrepinares, del también lucense ayuntamiento de Vilalba.

Por ello, en O Arneiro, una parroquia de poco más de 70 habitantes situada a 30 kilómetros de la capital lucense, la cadena de restaurantes ha puesto en marcha la instalación, temporal y simbólica, de uno de sus distintivos en forma de tótem, como si de uno de sus restaurantes se tratara. Todo sea por ese punto patriótico y de producir 'con lo de aquí' por el que ha apostado la marca estadounidense. Eso sí, en esta ocasión, no se trata de uno de sus establecimientos, sino de uno de esos puntos que forman parte de su cadena de suministro. Y esto bajo el lema 'Todo tiene un origen'.

La historia de Granxa Grixeira es un ejemplo de relevo generacional. En 2018, los jóvenes Zeltia González y Pepe García decidieron unirse para dar continuidad a una explotación familiar con más de medio siglo de historia.

Su colaboración con Entrepinares arrancó en enero de 2020. Allí van a parar los cerca de 165.000 litros de leche que producen sus vacas cada mes y que se destinan, en parte, a la fabricación de algunas de las variedades de queso que utiliza McDonald's en su carta de productos.

Ambos propietarios proclaman que "si el campo deja de producir, se para el mundo". "Por eso es tan importante que se dé visibilidad al trabajo de tantas personas, y al esfuerzo y la dedicación que ponemos en ofrecer el mejor producto, de una forma sostenible y perdurable en el tiempo", resaltan.

El origen, sí importa

La cadena norteamericana puso en marcha este proyecto a raíz de un estudio realizado, en colaboración con una conocida empresa demoscópica, a principios de este año. Según ese análisis, la crisis sanitaria ha llevado a la ciudadanía a priorizar el producto de origen local en su intención de compra.

En el caso concreto de Galicia, el interés por el origen local de los alimentos supera a la media nacional, ya que para un 98% de los gallegos es importante o muy importante conocer el origen de los alimentos que consume, ya sea en comercios o en restaurantes.

Un 46% prioriza la compra de productos de origen local, un 56% lo hace para ayudar a los productores nacionales y un 50% considera que los productos de origen local tienen mayor calidad que aquellos que no lo son (superando a la media nacional, situada en un 47% de los españoles).

El resultado final de este estudio es muy curioso. Lo que ocurre con esto de recurrir a un renacido espíritu patriótico español tan típico ahora y que encuentra en el consumo de producto nacional la conducta más sencilla para su cumpliento, es que puede conducir a paradojas también como que, uno de los grandes magnates del sector de la alimentación, visto en alguna ocasión en concentraciones contra el Gobierno de Pedro Sánchez, resulta que en algunos de sus establecimientos si un día vas a comprar patatas, solo encuentras de Francia o Israel. Cosas del patriotismo actual y de lo poco que se cuida al productor local... a veces.